La violencia sexual contra menores y mujeres en la industria del cine francés ha terminado abriendo un debate político, cuyas conclusiones parlamentarias y ramificaciones nacionales permitirán «comprender» la tragedia de millares de víctimas. Según la Commission Indépendante sur l’Inceste et les Violences Sexuelles faites aux Enfants (Ciivise), unos 160.000 niños franceses son víctimas, cada año, de violencia sexual. Según el Ministerio del Interior, más de 84.000 mujeres son víctimas de violencia y violación, anualmente.
El caso de Gérard Depardieu, el actor más célebre de Francia, que será juzgado el otoño que viene por violencia de todo tipo, y los casos de los directores de cine Benoît Jacquot y Jacques Doillon, acusados de violación y violencia por actrices jóvenes, han terminado desembocando en la creación de una comisión parlamentaria que deberá redactar un informe nacional sobre esas tragedias.
La Asamblea Nacional ha aprobado por unanimidad la creación de esa comisión, que comenzará a trabajar a finales de mayo, para presentar sus primeras conclusiones el otoño que viene. Durante un semestre corto, los diputados van a interrogar a víctimas, familiares, testigos, actores y presuntos culpables de presuntos delitos de violencia y violaciones en la industria cinematográfica nacional. Se trata de una primicia histórica, con muchos flecos políticos de gran calado. Emmanuel Macron cometió el error de fondo de ‘defender’ a Gérard Depardieu, perseguido judicialmente. Llovió sobre el presidente mucho ‘granizo’ político de cierto calado.
Depardieu, Benoît Jacquot y Jacques Doillon se consideran víctimas de «campañas de desprestigio». Y esperan defenderse judicialmente de las acusaciones que pesan sobre ellos. La comisión investigadora irá mucho más lejos, ya que se propone realizar una suerte de «radiografía» de esa herida cancerosa y trágica en el corazón de la industria del cine. Judith Godrèche, la actriz que presentó las primeras denuncias contra los directores, y la petición de un «estudio parlamentario», ha reaccionado con alegría y emoción: «Francia debe conocer la tragedia de muchas víctimas inocentes, durante años y años. Abordando ese problema, en la industria del cine, sentamos las bases para tratar el problema en muchos otros terrenos».
Desde hace años, la Ciivise trabaja en esa tragedia nacional. Su equipo directivo ha reaccionado de este modo a la creación de la comisión parlamentaria: «Desde hace tres años, nosotros hemos recogido más de 30.000 testimonios. El trabajo de los parlamentarios dará una dimensión política al problema. Será posible y necesario tomar medidas legislativas, que irán mucho más allá de las »fronteras« de la industria del cine, claro está».
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