Muy buena adaptación en la línea y el espíritu de la novela gráfica de Paco Roca , de quien ya dirigió en 2011 Ignacio Ferreras otra muy estimable sobre su obra ‘ Arrugas ‘. Ahora, el director Álex Montoya respeta al máximo el apaisado de la historia familiar, los tonos, ambientes, colores y sentimientos de unos personajes y un lugar, la casa del padre, cuando se reúnen allí tras la muerte de éste y con la idea, más o menos acordada, de venderla.El argumento es una cremallera abierta a la intimidad de una familia, hijos y nietos, y la memoria o recuerdos del padre muerto, pero presente en cada rincón de la casa. Montoya juega con la narración en dos tiempos, los conflictos y resquemores actuales entre los tres hermanos, todos aparentemente prosaicos, y la evocación de momentos y situaciones del pasado familiar, algunos de la juventud con un padre pletórico y otros más recientes y con los síntomas de la vejez, papel que interpreta Luis Callejo .Los dos personajes fuertes, los que viven con más pasión su presente y las influencias del pasado, son los dos hermanos, enfrentados con ‘cordialidad’ por viejos resentimientos y reproches, algunos fundados en frustraciones literarias (ambos se sienten escritores, pero sólo uno de ellos escribe y publica). Todo ese caudal emocional está muy bien atrapado por el director y mejor aún por los dos actores, David Verdaguer y Óscar de la Fuente , que se arrojan tozudez e incomprensión, pero también esas diminutas gratitudes de haberse soleado la infancia juntos. Y con ellos, el entorno, el ‘cuñadeo’, tratado aquí con mirada muy lejana de lo tosco o trivial. Miguel Rellán tiene un papel pequeño pero esencial y delicado en su tirar del hilo sin que se rompa. Bonito personaje.Es una película sentimental, en el mejor sentido de la palabra, y que revolotea por asuntos tan de cualquiera, tan de todos, como las trencillas de familia, esos tejidos y encajes que va dejando el tiempo y que reposan en la casa común, que tal vez hay que vender, que tal vez hay que guardar, honrar, ennoblecer. En fin, una pequeña historia que descifra los desasosiegos detrás de un cartel de ‘se vende’.
Content Source: www.abc.es
