Primera película de la directora Léa Todorov , un drama biográfico sobre la figura de María Montessori (1870-1952), médica y pedagoga reconocida mundialmente por el sistema educativo y por la fundación de centros escolares donde se imparte la enseñanza de lo que se conoce como Método Montessor i. Todorov concentra su mirada en siete años de la vida de la pedagoga, desde 1900, que trabajaba las enfermedades mentales junto a su colega Giuseppe Montesano (con quien tuvo un hijo ‘secreto’ que pudo reconocer mucho más tarde), hasta 1907, cuando fundó la primera Casa dei Bambini.La película trabaja dos escenarios paralelos, el de la dedicación de Montessori a su obra y su entrega a los niños llamados ‘deficientes’ y el de una cortesana parisina, Lili d’Alency , con una hija ‘especial’ a la que esconde de su vida frívola y libertina. Las dos actrices, Jasmine Trinca y Leila Bekhti , las interpretan y trabajan para que dos personajes tan lejanos se acerquen con cautela a los varios puntos que tienen en común. En ese acercarse surge una exploración de la película en el terreno de la lucha de la mujer por sus derechos, muy mermados en el caso de la pedagoga y madre frustrada por parte de su familia, su pareja y los ambientes científicos y académicos.Pero lo más potente de la película no es lo que tiene de glorificación de una mujer adelantada a su tiempo o de lucha por el reconocimiento, sino el trato visual y emocional a su trabajo con los niños desahuciados por su familia y sociedad, expuesto en imágenes y momentos que impactan con dureza en la mirada del espectador, pero que también la doman, la humedecen y la humanizan con una dosis inesperada de sensibilidad. Un gran trabajo con los niños ‘actores’ en el que se adivina paciencia, profesionalidad y corazón. Solo apunta Téa Todorov la fuerza y el tesón de Montessori a la búsqueda de su ‘Método’, pero la entereza y garra de esas secuencias de niños perdidos entre sus muy reducidas capacidades y sus esfuerzos por sobreponerse a ellas son extraordinarias. Esos tramos de película no son solo un apunte: son un buen propósito, una declaración de principios.
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