El cine tiene una capacidad única para rescatar del olvido los eventos más inverosímiles de la historia y darles una nueva vida. Tal es el caso de ‘Pequeñas cartas indiscretas’ (‘Wicked Little Letters’), una comedia negra británica que se estrena este viernes en España, inspirada en un escándalo de la vida real que sacudió el apacible pueblo de Littlehampton, en la localidad inglesa de Sussex, en la década de 1920.
La trama se sumerge en la historia de Rose Gooding, una migrante irlandesa que desafía las convenciones de la época, entre otras cosas, por dar la bienvenida al mundo a su hija fuera del matrimonio, tres años antes de casarse con su marido. Al llegar al pequeño pueblo costero, entabla una improbable amistad con su vecina, que es muy diferente a ella, la conservadora Edith Swan. Sin embargo, la relación se desmorona cuando Edith acusa a Rose de enviar una serie de cartas obscenas y difamatorias, desencadenando un escándalo que llega hasta los tribunales y que acaba con penas de cárcel.
La directora Thea Sharrock, que en el 2001 se convirtió en la directora artística más joven de Inglaterra, en la compañía Southwark Playhouse, lleva esta historia a la gran pantalla con un elenco estelar encabezado por Jessie Buckley como Rose, Olivia Colman como Edith y Timothy Spall como Edward Swan, el padre de Edith. Colman, reconocida por su interpretación de la reina Isabel II en ‘The Crown’, y Buckley, nominada al Óscar por ‘La hija oscura’, se sumergen en personajes complejos que desafían las expectativas sociales de hace un siglo.
En una entrevista con ABC, ambas actrices, haciendo derroche de complicidad entre sí, confesaron que desconocían la historia real detrás de las pequeñas cartas indiscretas. Sin embargo, el impacto profundo que tuvo este escándalo en la sociedad mojigata de la época resuena aún hoy. La doble moral que prevalecía en los años 1920 se ve reflejada en la hipocresía de Swan, una mujer respetable que oculta oscuros secretos tras su fachada de moralidad; y la polémica expuso también la falta de credibilidad otorgada a las mujeres en asuntos legales, evidenciando los prejuicios arraigados sobre el comportamiento femenino.
El relato del filme profundiza en las restricciones impuestas por la sociedad en aquel momento, especialmente sobre las mujeres. Para Buckley, «en ciertos aspectos hemos crecido mucho» con el paso de los años, «pero creo que definitivamente todavía hay mucho miedo a las mujeres que tienen autonomía sobre sus mentes y sus cuerpos, y también placer». En su opinión, «Rose es como un recipiente de vivir para la vida y vivir para el placer» y lo que hace lo hace también «porque quiere educar a su hija en que no debe ser menospreciada porque ser mujer». Además, «supongo que la juzgan erróneamente porque es madre soltera, lo cual, francamente, es un triunfo», porque ella «lucha contra viento y marea y mantiene la cabeza alta». «Aprendí mucho de su tenacidad para no ser menospreciada por eso», dijo, y recalcó la forma de educar a su hija para que «pase lo que pase en su vida, mantenga la cabeza en alto. Le dice, ´no dejes que te derriben».
Colman, ganadora del Óscar a mejor actriz en el 2019 por ‘La Favorita’, otra película llena de personajes femeninos, considera que todo «comienza con la forma en que imprimimos nuestros pensamientos en los niños y las niñas, y eso es condicionamiento. Ves a una niña y le dices que su vestido es bonito; ves a un niño y le preguntas ¿qué te gusta en el colegio en este momento? ¿Cuál es tu asignatura favorita? Ella sólo es importante por cómo se ve. Hacemos eso con nuestros hijos. Lo vemos una y otra vez. Y así lo aprenden».
La figura del padre, interpretado por Timothy Spall, simboliza el control y la represión que mantienen cautiva a la protagonista a través de la moral y los sentimientos de culpa. Aunque el actor «es en la vida real el hombre más dulce y adorable que puedas conocer», según Colman, en la película deja claro que «esta mujer está completamente controlada» por él. «No se le permite expresar nada», vive en una «represión» y esta «mujer reprimida tiene que liberarse de alguna manera, y lo hace de una manera que es cruel con los demás».
Redes sociales y empatía
El filme es también una llamada de atención sobre el bullying en las redes sociales y la importancia de la empatía y la amabilidad. De hecho, ni Colman ni Buckley están activas en el mundo digital. «No estoy porque no quiero ponerme en esa situación. Mi vida privada es mi vida privada. Pero sé que definitivamente esto afecta a la gente, ya que hace a algunos cobardes y faltos de conciencia a hablar en línea de otras personas que no conocen».
En su opinión, «si vas a decir algo, se lo dices a la gente a la cara o no se lo digas en absoluto… y sé amable», y reflexiona sobre el paralelismo con la película: «Lo que sea que estés desviando en estas venenosas cartas escritas con pluma o como bullying en línea, dímelo a la cara, y vamos a dejar salir toda esa bilis, dolor, ira y represión», en vez de ocultarse en el anonimato. Colman añade que «al igual que Jessie, no estoy en ninguna red social porque no necesito oír que no le gusto a gente que no me conoce. Creo que me molestaría. Hay un viejo refrán que dice: «Si no puedes decir nada amable, no digas nada». Y creo que más gente debería aprender ese dicho». Eso sí, ambas disfrutan de la cantidad de tacos que se dicen en el filme.
Con estas reflexiones y con un elenco comprometido, «Pequeñas cartas indiscretas» llega a las pantallas de cine para entretener, pero también para inspirar conversaciones sobre temas fundamentales que trascienden el tiempo. La relevancia contemporánea de esta historia no pasa desapercibida para Colman y Buckley, quienes destacan cómo refleja los problemas actuales de la sociedad. «Hay mucha crueldad en internet eso es terrible», reflexiona Colman.
La actriz, que también es productora del filme y que como es de esperar tiene decenas de propuestas, dice que elige sus papeles pensando no sólo en el personajes que va a interpretar, sino en las personas con las que va a compartir la filmación, porque «la vida es demasiado corta para pasar unos meses con alguien que es horrible». En su caso con Buckley, la cuestión fue fácil, ya que son íntimas amigas, y la química entre ambas se refleja tanto en la entrevista como en la película. Para Buckley, es importante saber que en el proyecto elegido, como este, «vas a pasarlo bien».
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