Cuando Noah Pritzker pensó en crear ‘Ex maridos’ no estaba frente a una libreta con bolígrafo en mano. Estaba en la despedida de soltero de su hermano. Allí nació una especie de broma entre ellos y se preguntaban si aparecería su padre, que acababa de quedarse soltero. Afortunadamente no lo hizo. Pero aquello quedó en su cabeza y de vez en cuando recordaba esa situación. Esa situación chistosa para la mayoría fue para el director la base de un nuevo proyecto sobre el que dedicaría años de trabajo y que fue nominado la Concha de Oro en el último Festival de cine de San Sebastián. ‘Ex maridos’ llega a los cines de la mano de este neoyorquino con Griffin Dunne y James Norton a la cabeza.
En una sala de cine, un padre le cuenta a Peter, su hijo, que ha decidido separarse de su mujer tras 65 años de matrimonio para buscar el amor verdadero. A Peter le escandaliza la ausencia del anillo en la mano octogenaria de su padre, pero también las llamadas de su aún mujer, que le pide que solucione ya los papeles del divorcio. Mientras tanto su hijo Nick y Mickey, que tienen ya su vida independiente, se preparan para la despedida de soltero del primero. Tres generaciones, tres hombres, tres matrimonios, tres crisis.
«Las relaciones de padres e hijos me fascinan. Son relaciones básicas que nos definen ya sea de buena o mala manera», explica el director a ABC. La relación de esta familia se lleva al límite cuando Peter decide viajar al mismo destino que sus hijos: Cancún. Él quiere descansar y sus hijos disfrutar de la despedida.
Peter quiere entender a sus hijos, unos chicos «fruto de su tiempo». El mayor y prometido, con depresión y hasta arriba de medicación. El pequeño, recién salido del armario. «Los problemas mentales no es algo que pasa y te lo tomas con calma. Es muy alto el número de personas de clase media-alta que están hasta arriba de medicamentos y antidepresivos. Han ayudado a gente, pero desde que han entrado en nuestra cultura me pregunto si habría tanta gente neurótica si no existieran«, reconoce Griffin Dunne. El actor está seguro de lo que dice porque lo que ha vivido con su hija. «Llevé a mi hija al psicólogo porque estaba teniendo malos resultados y a los cinco minutos de conversación le recetó Adderall. Así tendrás mejores calificaciones, le dijo. Funciona excepto que ella depende de una droga ahora mismo a sus 30. No cree que pueda concentrarse a menos que lo tome», añade Dunne.
En medio de las situaciones dramáticas de sus hijos hay un padre confuso, empecinado en su forma de ver las cosas, pero también un hombre que trata de escuchar a unos hijos que sufren. «A pesar de su cabezonería y narcisismo, Peter ama profundamente a sus hijos», explica el director. Y lo demuestra. Quiere hablar con Mickey sobre su sexualidad y sus ligues a pesar de ser «un heterosexual mayor de una generación diferente» y desea comprender a su hijo mayor cuya depresión y ansiedad ha determinado su vida.
Vejez y nueva masculinidad
«A medida que la gente envejece me doy cuenta de que cuando se enfadan por algo nunca se expresan con claridad. Es específicamente eso por lo que están disgustados y muchas veces tiene solución», cuenta Dunne. En el caso de Peter, la situación de su padre y de sus hijos se convierte en una fijación. Aquello que tiene delante y que tanto le escandaliza es en el fondo lo que a él también le ocurre. «Su vida en sí es una metáfora. Me pareció muy interesante interpretar a un hombre molesto por una cosa que en realidad no es ese el problema, sino que es algo mucho más grande, complejo y difícil de resolver».
Indagar sobre tres generaciones en una película revela la complejidad de las relaciones familiares entre los hombres y la forma de afrontar las distintas etapas de la vida. «Hay una especie de ironía y algo interesante en cómo se aborda la masculinidad. Va en contra de todas aquellas cosas a las que estamos acostumbrados a ver retratadas en el cine, como los hombres. Es interesante que incluso en 2024, con todas estas conversaciones que estamos teniendo, todavía nos parece raro ver a un hombre en pantalla como realmente sabemos que son los hombres».
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