Hacer cambios en la vida diaria reduce el riesgo de este tipo de cáncer de mama, sin dejar de lado la relevancia de acudir al médico de confianza e informarse de los exámenes para su diagnóstico.
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Recientemente, se realizó en Panamá el OncoSummit Centroamérica, un foro dirigido a especialistas en oncología, patología, radiología, cirugía, neumología, ginecología, urología y equipos multidisciplinarios que se relacionan con el tratamiento del paciente con cáncer.
En el evento donde participaron destacados expositores internacionales de países como Chile, Brasil, Argentina, Colombia, México, España, Costa Rica, Panamá, Guatemala, Nicaragua y El Salvador sirvió para que la comunidad médica tuviera un espacio de actualización científica y educativa sobre el abordaje integral de los pacientes oncológicos, así como una actualización sobre las terapias de AstraZeneca disponibles para el tratamiento del cáncer de pulmón, mama, próstata y ovario cuyos abordajes han cambiado a lo largo del tiempo hacia la medicina personalizada. Además, de impulsar el adecuado perfilamiento del paciente, el diagnóstico oportuno y su respectivo abordaje terapéutico.
El Dr. Tomás Pascual Martínez, oncólogo y actual médico tratante en el Hospital de Barcelona, conversó con Vida y Éxito, sobre el aumento de los casos de cáncer de mama en el mundo y los diferentes estudios que se realizan para dar un mejor tratamiento.
“El cáncer de mama es el cáncer con mayor incidencia a nivel mundial en las mujeres, una de cada ocho mujeres tendrá cáncer de mama a lo largo de su vida. Esto se debe a múltiples factores, por un lado, el tejido mamario, que es sometido a estímulos durante toda la vida de la mujer y estos estímulos son cambiantes, van cambiando con los ciclos menstruales, cuanto más ciclos menstruales tiene una mujer más riesgo hay de cáncer de mama”, comenta el oncólogo.
También, existen otros factores como la obesidad, así como el hecho de que ahora el promedio de vida es mayor.
“El hecho de vivir más, aumenta el riesgo de un cáncer de mama, es decir, él está directamente relacionado con la edad de las pacientes. Se han diagnosticado pacientes por dejo de los 40 años, por su puesto, hemos visto cáncer de mama en mujeres entre los 40 y los 60 años, un pico de incidencia se encuentra en torno a los 70 años por lo tanto cuanto más envejece la población, más probabilidades hay de tener cáncer de mama”, señala el galeno.
Entre los diferentes síntomas que pueden tener las mujeres están “la aparición de un bulto en la mama o en la axila, dolor en el pecho, secreción por el pezón, el cambio en el tamaño en la forma de las mamas, irritación de la piel o el hundimiento del pezón, cualquier de estos síntomas que aparezca y se mantenga nos debe hacer sospechas y acudir al personal sanitario para que nos descarte que sea una patología oncológica”, añade el experto.
El cáncer de mama es la neoplasia con mayor incidencia a nivel mundial, con 2,3 millones de nuevos casos en 2020, lo que supone un 12,5% del total de casos, y la 5º causa en mortalidad, con 684.996 muertes al año. En mujeres, representa un 24,5% del total de neoplasias diagnosticadas. Actualmente, existe una tendencia creciente con un incremento anual del 0,7%.
En la mayoría de los países occidentales, la tasa de mortalidad ha disminuido en los últimos años debido a mejoras en el tratamiento y a una detección más temprana.
Según el doctor esta disminución se debe a que la población está más informada y formada sobre la importancia de hacerse la mamografía.
“Es importante realizarse la mamografía a partir de los 40 o 50 años una vez al año. Esto lo que hace es diagnosticar los tumores o aumentar la probabilidad de diagnosticar un tumor en estados tempranos y por lo tanto, aumentar mucho la tasa de curación, pero también es fundamental tratar cada vez mejor los tumores que diagnosticamos, cada vez operamos mejor, radiamos mejor y tenemos tratamientos objetivos y esto ha ayudado a que afortunadamente aumente cada vez más la tasa de curación de las pacientes con cáncer de mama”, explica el Dr. Martínez.
Gen BRCA1 y BRCA 2 son factores de riesgo
Además, de los factores de riesgo como: edad (es más común detectarlo en mujeres mayores de 50 años), tratamientos previos con radioterapia, obesidad, abuso del alcohol, inicio de la menopausia a una edad mayor, no haber tenido embarazos, consumo a largo plazo y sin vigilancia de la terapia hormonal (estrógenos y progesterona), historial reproductivo (presentar la primera menstruación antes de los 12 años), antecedentes personales y familiares de cáncer de mama, también puede influir las alteraciones genéticas heredables o síndromes familiares que se correlación con los genes específicos BRCA 1 y BRCA 2. “Sabemos que las familias o las mujeres y hombres portadores de alteraciones en estos genes tienen más riesgo de tener cáncer de mama”, indica el doctor.
BRCA1y BRCA2, son genes humanos que producen proteínas responsables de reparar el ADN dañado y juegan un papel importante en el mantenimiento de la estabilidad genética de las células. Cuando cualquiera de estos genes está mutado o alterado de manera que su producto proteico no se produce o no funciona correctamente, el daño al ADN puede no repararse adecuadamente y las células se vuelven inestables. Como resultado, es más probable que las células desarrollen alteraciones genéticas adicionales que pueden provocar cáncer, siendo en definitiva aspectos claves para la definición de tratamientos para cada paciente.
Las pacientes con mutaciones en gen BRCA tienen más probabilidades de ser diagnosticadas a una edad más temprana que las que no tienen estas mutaciones. El gen BRCA se encuentra en aproximadamente entre 5-10% de las pacientes , y presentan una tasa significativamente mayor de metástasis en el SNC (sistema nervioso central) como primera recaída, tienen hasta 40 veces más de riesgo de desarrollar cáncer de ovario, y, 3.5 veces más riesgo de cáncer de mama contralateral frente a las no portadoras de la mutación BRCA.
Diagnóstico
Para realizar el diagnóstico se realiza una prueba que consiste en un análisis de sangre que indica la presencia o no de la mutación, lo cual permite salvar vidas , al diagnosticarse en etapa temprana, amplia las posibilidades de establecer las mejores opciones de tratamiento para cada paciente.
Actualmente las pruebas para identificar mutaciones del gen BRCA en pacientes con diagnóstico de cáncer de mama que cumplen con los requisitos, se han vuelto clínicamente relevantes por las implicaciones a nivel de definición del tratamiento, ya que quienes resulten positivos en dichas pruebas son pacientes que pueden beneficiarse de terapias dirigidas a los mecanismos de reparación del ADN, como los inhibidores de PARP.
Prevención
En los cánceres de mama asociados a los genes BRCA1 y BRCA 2, o síndromes existen dos métodos fundamentales para su prevención, “uno sería el seguimiento estrecho, es decir, realizar mamografía, resonancia magnética de la mama, cada seis meses, alternándolas, esto lo que nos permite diagnosticar el cáncer en estados muy tempranos, de tal manera que aumenta mucho la probabilidad de curación, otro método es hacer cirugías reductoras de riesgo, hacer mastectomías bilaterales con reconstrucción que al retirar la glándula mamaria disminuye mucho el cáncer de mama”, explica el Dr. Tomás Pascual Martínez.
Además, fue claro en afirmar, “lo que tiene que tener claro la población es que el cáncer es una patología muy frecuente, y que cada vez es más frecuente y entre todos, sociedad, gobiernos, sociedad científica, médicos tenemos que unirnos para disminuir al máximo la incidencia del cáncer y llevar la vida lo más sana posible. Tener políticas sanitarias que nos permitan diagnosticar los cánceres lo antes posible, que la población este informada de las medidas que hay que tomar y disminuir al máximo el consumo de tabaco, la sociedad científica debe tener el apoyo en lo social y lo financiero para llevar la investigación acabo y los médicos y la población sanitaria tiene que tener, reconocimiento y el recurso para aplicar todo este conocimiento a la población con cáncer”, concluye el oncólogo.
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