Qué momento en la vida de un artista, preparar un concierto en uno de los estadios más famosos del mundo, a miles de kilómetros de casa. Los momentos previos siempre son emocionantes, llenos de nervios y de ilusión, aunque no todos quieren mostrar su cara sensible. No es el caso de Duki, mundialmente conocido por su música entre el trap y el reguetón, quien ha protagonizado un emotivo momento ante una pregutna inesperada.
Recién llegado a Madrid, el argentino dio el pasado jueves una rueda de prensa abarrotada de periodistas de medios españoles e internacionales. 100 asistentes daban medida de la repercusión que acompaña al rapero, quien se desnvolvía con soltura ante las preguntas de los presentes. Sin embargo, la última de todas, fue la más cercana y difícil de responder.
Una mujer se encontraba sentada entre los presentes, casi camuflada, junto al padre del cantante. Antes de terminar la ronda de preguntas, ella levantó la mano y pidió el micrófono para hablar: «Yo no sé si vos a estas alturas de tu carrera te das cuenta de qué te distingue y por qué llegaste acá».
El argentino se tomó largos segundos para beber agua, visiblemente nervioso. Empezó por aclarar quién es la persona que acababa de lanzar el dardo: «Para quienes no sepan, la señora que hizo la pregunta es Sandra, mi mamá». Las emociones empezaron a desbordarlo y acabó soltando con una sonrisa: «Me va a hacer llorar, ¿para qué me la sientan acá?».
«Yo creo que lohablamos muchas veces… y creo que lo que me trajo acá es mi gente y también la relación con mi público», expresó mientras se le caían las lágrimas. «Lo más lindo que tengo es que salgo a cualquier lado, tranquilo, y nadie me faltó al respeto. Sigo siendo la misma persona que era. No sé si soy famoso o no, pero les juro que soy la persona más libre del mundo», expresó mientras callaba la sala.
«Es gracias a mi gente, a mi público, que se siente partícipe de lo que me pasa, porque me acompañan desde que arranqué. Siento que sin ellos no sería nada. Siento que es mutuo, que mi público sabe que existe esa conexión, esa energía, ese amor, y eso es lo que me trajo acá». Se oyeron aplausos y vítores para subir el ánimo al cantante, antes de oír lo que tenía que decir su madre: «Sos auténtico, Mauro, nunca lo olvides. Eso te distingue».
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