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Adara Molinero, desfigurada, desesperada y entre splicas en Supervivientes All Stars

«Estoy rezando irme a mi casa con mi familia y me siento culpable y derrotada. O dicen el nombre de Olga o me va a dar algo en directo». Se puede decir más alto, pero no más claro. Adara Molinero no pudo más, no lo soporto más. Supervivientes All Stars ha sido para la reina de los realities una tortura en toda regla. El sufrimiento acabó anoche con su expulsión. No sé si merecida o no, pero era esto o tener que abandonar. Razones no le faltaban.

Supervivientes All Stars arrancaba anoche con una noticia de última hora: Adara Molinero había tenido que ser evacuada de urgencia para ser tratada por el equipo médico de Supervivientes. Horas antes, Adara avisaba a sus compañeros de que algo le estaba pasando en la cara, en particular, en los ojos. «Cada vez va a peor. Me duele mucho toda la parte de los ojos», les advertía. En cuestión de minutos el rostro de Adara Molinero se desfiguraba por completo. Una reacción alérgica a no sé sabe qué arrastraba a Adara Molinero de nuevo a lo más profundo de lo que para ella fue un pozo oscuro y frío desde el minuto uno en el que aterrizó en Honduras.

Tras ser tratada con antihistamínicos y con suero, el equipo médico de Supervivientes All Stars le comunicaba que podía volver con sus compañeros. Allí aparecía Adara: el rostro, completamente desfigurado, los ojos hinchados como dos pelotas de golf y las lágrimas, de nuevo, las lágrimas de desesperación. Las mismas que el jueves pasado cuando no pudo tirarse del helicóptero tras sufrir un terrible ataque de pánico, las mismas que cuando le juro y perjuró a Jorge Javier Vázquez que ella abandonaba, que no podía pasar por la misma tortura otra vez, las mismas que cuando explicó «el terror» que supuso para ella Supervivientes.

Y entonces Adara Molinero se equivocó. El domingo pasado cuando tomó la sorprendente decisión de quedarse, Adara cometió el mayor de sus errores. ¿Comprensible? Sí. Si no se quedaba y abandonaba tendría que haber hecho frente a la sanción económica por abandono. ¿La solución? Quedarse, aguantar y esperar a que el público la echase. La oportunidad llegó cuando el martes el salvado fue Jorge Pérez y las nominadas para la expulsión definitiva eran ella y Olga Moreno.

Adara Molinero, completamente desfigurada en Supervivientes All Stars

Aunque Adara había conseguido remontar el ánimo, Adara no era la Adara reina de los realities ni de lejos. Estaba claro que Adara Molinero no estaba al cien por cien. Insisto, para ella Supervivientes 2023 fue el auténtico terror y volver al lugar del crimen fue su mayor error. Aún así, lo intentó. En los cuatro días desde que decidiese quedarse, Adara Molinero daba destellos de volver a ser la Adara que mueve a los denominados adaristas, pero… Pero estaba claro, como ella misma dijo tras ser expulsada, que no era su momento. El remate que terminó por romperla fue verse completamente desfigurada. La reacción alérgica fue la gota que colmó el vaso, la razón final para decir ‘hasta aquí he llegado’.

«Siempre en mi vida pienso que se puede más y hay veces que hay que parar y decir: ‘no se puede, no puedes y ya está, no pasa nada’. Siempre estoy pensando en no decepcionar a nadie y no me quiero decepcionar a mí (…) Necesito irme a casa con mi familia, de verdad que lo necesito», le imploró a Jorge Javier Vázquez.

Aunque el duelo con Olga Moreno podía haber sido el duelo de Supervivientes All Stars, cuando Jorge Javier Vázquez conectó con ella para comunicarle la decisión del equipo médico, se vio claramente que Adara Molinero había tirado por completo la toalla. Aunque podía seguir, aunque la reacción alérgica no le impedía participar en los juegos ni permanecer en el reality, Adara dijo basta.

Ante lo ajustado de la votación, prácticamente, empate técnico, Supervivientes All Stars abrió la palapa antes de tiempo para comunicárselo a ambas nominadas. Fue el momento perfecto para Adara Molinero, el momento en el que podía pedir, suplicar, mejor dicho, que sus seguidores votasen para salvar a Olga Moreno y a ella la dejasen irse a casa: «Todas las personas que me quieren que me ayuden a irme».

Aunque el equipo médico había dado el visto bueno para que participase en el juego de recompensa, Adara se negaba. «No puedo, estoy débil, medicada y lo siento, pero no puedo», le advertía a Laura Madrueño, que no entraba a cuestionarla. Bastante había tenido minutos antes con Olga Moreno, a la que tuvo que parar los pies en medio de la prueba por poner en cuestión a la organización.

Laura Madrueño para los pies a Olga Moreno en Supervivientes All Stars

A Laura Madrueño, por las buenas todo lo que quieras, por las malas… Y Olga Moreno fue por las malas. La prueba de anoche es una de las más duras de Supervivientes, creo que incluso más que la mítica Noria Infernal. Estar atado de un arnés a uno de tus compañeros y tener que tirar para llevar tres banderines fuera del círculo es, además, de peligrosa, muy dolorosa. El primer duelo de la noche fue el gran duelo: Olga Moreno vs Sofía Suescun.

Ha quedado claro en una sola semana de reality que Sofía Suescun no le va a pasar ni media a Olga Moreno. A la ganadora de Supervivientes 2018 lo del victimismo y lo que viene de fuera son dos razones que pesan por encima de todo. Así que cuando Supervivientes All Stars las puso juntas para realizar la prueba, Sofía Suescun vio el momento de redimirse. Solo había que ver las sonrisas de Sofía Suescun durante la prueba. Gloriosas.

Muy diferente que las caras de Olga Moreno. Tanto que en un momento de la prueba, mientras Sofía Suescun se comía literalmente a Olga Moreno, esta gritó «que peso 52 kilos» en clara referencia a que no había igualdad en la prueba. Ante las protestas de Olga Moreno, Laura Madrueño tuvo que intervenir advirtiéndole a Olga Moreno que no había ni trampa ni cartón: «Pesáis prácticamente lo mismo, por eso habéis hecho el duelo entre las dos». Pero Olga Moreno no se iba a quedar callada ni se iba a conformar con la explicación de la presentadora: «Imposible, yo peso menos. Lo mismo, no, Laura ¡Me va a partir! ¡La cadera! ¡Me parto la cadera!, Esto no es justo, ¿eh? Son 10 kilos menos, ¡avisado está!».

Pues no, de avisos, nada. Laura Madrueño no iba a dejar que Olga Moreno pusiera en duda a Supervivientes All Stars. «Olga, para que quede claro, la organización me dice que la diferencia de peso entre vosotros es de 3 kilos 400 gramos. Os han pesado esta misma mañana», le espetaba la presentadora. Ahora vas y vuelves. Y volvió, vaya si volvió. Repitió una y otra vez que «imposible», pero Laura Madrueño ya había dicho todo lo que tenía que decir.

De hecho, estoy convencida de que si Adara Molinero no hubiera suplicado ser la expulsada, la que estaría en un vuelo rumbo a Madrid hubiera sido Olga Moreno, pero las súplicas de Adara, incluso de su madre, Elena Rodríguez, que durante la gala imploraba en las redes sociales que votaran para sacar a su hija de allí, hicieron su efecto.

Adara Molinero se convertía así en la primera expulsada de Supervivientes All Stars. Fue lo justo, lo razonable, pero también lo que nunca debió ser, pues Adara nunca debió ir a Supervivientes All Stars. Ella lo sabía desde el principio, pero como dice el refrán, «poderoso caballero es don dinero». O mejor dicho, cuando tú trabajo es ser reina de los realities, pesan más otras cosas.

Y no lo digo yo, lo dijo ella: «Gracias, necesito estar con mi familia. No era mi momento, tenía mi edición muy reciente, sufrí mucho. Encima me ha pasado lo de la cara, lo he intentado y no he podido, no pasa nada». Tal vez esta frase fuese la que tendría que haber dicho el domingo pasado cuando decidió quedarse, pero el follón hubiera sido mayúsculo para ella y para Supervivientes All Stars.

Content Source: www.elmundo.es

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