Este miércoles 28 de febrero se dieron cita en ‘El Hormiguero’ dos campeones del mundo de motociclismo. Y además, hermanos. Marc y Álex Márquez regresaron juntos al plató del programa de Antena 3 para hacer balance de la pasada temporada y compartir con los espectadores sus perspectivas sobre la que está a punto de arrancar.Noticia Relacionada «Es una cosa de justicia» estandar No Ilia Topuria le hace una petición personal a Pedro Sánchez en ‘El Hormiguero’ María Robert El luchador se acaba de proclamar campeón del Mundo de peso pluma de artes marciales mixtasMarc , seis veces campeón mundial de MotoGP se ha marchado del Repsol Honda para fichar por Gresini Racing , equipo en el que por primera vez compartirá equipo con su hermano Álex , campeón del mundo de Moto2 en 2019. Eso sí, tal y como contaron y demostraron, los piques entre ellos están a la orden del día tanto dentro como fuera de la pista. Marc ocupaba en la mesa de ‘El Hormiguero’ el lugar de invitado platino, señal de que ha visitado a Trancas y Barrancas más de 10 veces. «Hoy le dejo ser local», concedió su hermano, pero no sin añadir una pulla hacia el mayor de los Márquez. «Lo dejo, porque en el box soy yo». ¿Compañeros o rivales? Ahora que las carreras de los hermanos han tomado el mismo rumbo, Pablo Motos se interesó si afrontan la temporada como compañeros o como rivales. Álex presumió de nuevo de su veteranía en el box del equipo, a lo que Marc acabó revelando la discusión que hubo entre ellos nada más empezar. «Yo toda mi carrera deportiva la he hecho en el lado derecho del box y él también lo tenía. Negocié con el team de Gresini y tal, pero me dijeron: ‘tu hermano no lo quiere cambiar’. Tuve que ceder». Una concesión que lleva mal, porque, según reconoció, «somos supersticiosos los pilotos». «Esto puede joder una relación», bromeó. Guasas aparte, Álex Márquez admitió que «hay rivalidad, porque el primer rival es el compañero de equipo». Pero en este caso, aunque los dos quieran ser los mejores en la pista, es diferente. Aunque Álex no perdió la oportunidad de añadir entre risas que «tengo un compañero bastante cabroncete».
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