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El cante de Ana Beln que dej mudo a Jordi vole

Deca anoche Jordi vole en su cuenta de X (antes Twitter) tras terminar la emisin de su entrevista a Ana Beln que «empieza a ser complicado encontrar invitados a los que no les importe mojarse polticamente» y que «Ana Beln lo hizo como lo lleva haciendo toda la vida: sin miedo, sin autocensura. Y eso hay quien no lo soporta aunque se llenen la boca de libertad». Es la descripcin casi perfecta de lo que fue anoche un Lo de vole del que se escribi tanto la semana pasada slo con los avances de la entrevista que pareca difcil que Ana Beln pudiera haber dicho ms de lo que ya se haba adelantado. Pero, s, Ana Beln dijo ms y no solo se moj polticamente sino que abri una parte de ella en la que pocas veces ha dejado pasar.

La capacidad de Jordi vole en Lo de vole es que se convierte en una especie de confesor, de terapeuta al que los personajes invitados acuden y donde parecen encontrar el lugar en el que soltar su mochila o en el que poder alzar la voz. A Ana Beln lo de alzar la voz solo la veremos sobre un escenario. La templanza de Ana Beln es la misma tanto si habla del comunismo, como si atiza a Isabel Daz Ayuso, sin nombrarla, como si habla de su propio me too, como si describe los aos ms «jodidos» profesional y personalmente, como si habla de su mayor y ms reconfortante «fantasa».

Los Goya

Solo pierde esa templanza, la cambia por la emocin y se quiebra cuando recuerda a sus padres. Fue el nico instante de la entrevista en el que dando un paseo con Jordi vole, la actriz y cantante se rompi. «Hay un momento en el que t te conviertes en padre de ellos y te encuentras regandoles. Preguntndoles si han bebido agua porque se tienen que hidratar que lo ha dicho el mdico.Y te mienten… Cuando ellos desaparecen es… terrible». Ana Beln se gir, se puso de espaldas a la cmara y esper a que se terminara el momento. So hubo ese instante de debilidad, de romperse, de perder la calma que siempre le ha caracterizado.

Porque Ana Beln te puede hablar de lo peor de su vida que lo seguir haciendo con la misma mesura de siempre. Y, tal vez, sea por esa manera de reivindicar, de denunciar y de contar por lo que cada vez que Ana Beln habla sube el pan. «Cuntas entrevistas has podido hacer en tu vida?», le pregunt Jordi vole al inicio de la entrevista. «No lo s, pero desde los 13 aos, imagina», respondi Ana Beln. «Hemos calculado que 3.517», le dijo entonces vole. «Cmo en tantas entrevistas puedo decir algo interesante», contest ella. vole le confes que se haba inventado la cifra y la respuesta de Ana Beln fue tan Ana Beln: «Menos mal que te lo has inventado. T sabes las gilipolleces podra haber dicho en 3.517 entrevistas!«.

Lo ms «jodido» de Ana Beln

Ana Beln no es de celebrar los xitos, pero s de recordar los fracasos. Los xitos para ella son terminar una actuacin de cuatro horas e irse a cantar por Camilo Sexto a un karaoke. Jordi vole enmudeci. «Eso es una fantasa», confes. «Soy muy crtica conmigo misma. Con el tiempo cada vez me relajo un poco ms, pero creo que no hay nadie de esta profesin que diga, ‘ah, a m una crtica mala me da lo mismo!’. Ese momento de leer esa critica te hace dao».

Sin embargo, el peor momento, el mayor fracaso, lo ms «jodido» que ha pasado Ana Beln no fue por una mala crtica: «Recuerdo un disco que se titul Como una novia, que no lo pase muy bien. Habamos tenido muchos problemas econmicos con la productora cuando nos metimos en el cine. Fue una poca terrible. Fue jodido (…) Lo perdimos todo y con muchas deudas. A raz de eso Vctor compuso A dnde irn los besos y pag todas las deudas. Fue muy difcil porque no podamos echarnos nada en cara. Fue un momento que yo no saba cmo saldramos«.

Ana Beln es actriz, es cantante, es «yaya» y sigue siendo la Ana Beln que se plant un da en el Congreso de los Diputados con otro grupo de actores y amigos para protestar contra la guerra de Irak. Aquella escena del «no a la guerra» en la que Ana Beln le tuvo que pedir un Orfidal a Mara Barranco. Porque detrs de esa templanza siempre ha habido una Ana Beln con una ideologa muy clara que nunca ha ocultado ni ha escondido. Anoche tampoco. Es consciente de que muchas de sus palabras, de sus reivindicaciones, de sus protestas no gustan, pero hace mucho tiempo que aprendi que no se puede gustar a todo el mundo.

«La putada es que han conseguido que la gente tenga miedo a expresarse», afirm cuando Jordi vole puso encima de la mesa la cancelacin de la adaptacin de Romeo y Julieta por decisin del Ayuntamiento de Jan. Se encendi, pero solo como ella sabe encenderse, sin aspavientos, sin gritos, sin perder las formas, diciendo lo que para ella es y removiendo: «Han conseguido que mucha gente tenga miedo. Miedo a que si me expreso de una manera determinada pueda generarme problemas a la hora de contratarme. Hay que aprender desde joven que muchas veces te van a decir que no y que no puedes gustar a todo el mundo. Pero esto cuando eres joven no lo entiendes. Esto yo lo aprend muy pronto».

Tan pronto que, aunque se pueda pensar que Ana Beln solo saca su ideologa siempre hacia el mismo lado, se equivoca. A ella y a Rosa Len les llamaban las Pepito Grillo del Partido Comunista. «Nos llamaban militantes antipatizantes», revel. «Antes haba corrientes crticas», aadi vole. «S, ahora son muy monolticos». Todos.

«Cuando llegan elecciones y ves eslganes como comunismo o libertad, qu piensas?», tir vole del hilo. Y Ana Beln sigui la madeja: «Qu es libertad? Tomarse una aceituna tener una sanidad pblica en condiciones? No est reido una cosa con otra. Pero qu es ms importante: una aceituna o mdicos y que no tenga listas de espera de meses. El discurso populista es tan fcil hacerlo… El comunismo en Espaa ha hecho algo malo? En las pocas ms complicadas de este pas la gente que estaba trabajando era la gente que estaba militando en el PC. Gente que dio la vida por la democracia. La democracia ha costado mucho».

El me too de Ana Beln

«Estamos ahora ms en las dos Espaas que en los 80?», continu vole. «Hombre claro! En los 80 haba cierta unanimidad porque se trataba de que este pas se equiparse a ser un pas moderno, europeo. Y ahora no». «T disfrutas cuando se hacen juicios al 78?». vole hurgando en la herida. «Por los cojones. Claro que la Transicin era imperfecta. Cmo se hace con toda la gente que haba? Claro que me hubiese gustado mucho ms en ese momento, pero viniendo de donde venamos fue tan importante… Fue la gente la que empuj desde la calle, los barrios, las asociaciones. La Transicin no la hicieron unos seores que se sentaron, la hizo la sociedad. Y de eso si tendramos que sentirnos orgullosos como ciudadana».

-Para entrar en el cielo es preciso morir?

-No.

-Todos los tiranos se abrazan como hermanos?

-Como hermanos o como amigos ntimos.

-Solo le pides a Dios…

-Solo le pido a Dios que me saque de esto.

A sus 72 aos Ana Beln ha andado muchos caminos desde que comenzase su carrera con tan solo 13 aos. Ella, junto a otra buena ristra de actrices, ha vivido en sus propias carnes los avances, pero tambin los retrocesos. Ella vivi su propio me too cuando un conocido director la arrincon contra una pared y la bes. «Me sali una risa nerviosa ante una situacin inusual y violentita y deseando llegar pronto a mi hotel. Y luego tuve que rodar toda la pelcula». Y le cont como el que cuenta una ancdota ms de su vida, pero sin dejar de sorprender ni de indignar. Igual que ella se indignaba y se sigue indignando cuando tras rodar La pasin turca, los periodistas le preguntaban sobre qu pensaba Vctor Manuel de las escenas erticas que tena la pelcula. La indigna tanto aquello… «Yo deca pero qu es esto… me siento insultada. Qu es esto, cmo que qu piensa de esto? Este tipo de pregunta a la contra se la haras a Vctor? No. Y por qu coo me la haces a m?».

Y Jordi vole y Ana Beln se fueron a ver la puesta del sol. Y Jordi vole le pregunt si ella y Vctor Manuel tienen una relacin abierta. Y ella le vacil. Y Jordi vole quiso saber si pensaban en la jubilacin. Y ella… ni se lo imagina: «Sabes qu pasa, que sobre todo me hace tan feliz. Y lo que soy, lo soy por esta profesin, porque yo me he hecho persona con esta profesin. La gente con la que he estado me ha hecho adulta».

Terminaron en el nico sitio donde podan terminar: en un karaoke. «Toca otra vez viejo perdedor, sabes que te sienta bien. Es tan triste la noche que tu cancin sabe a derrota y a miel…».

Content Source: www.elmundo.es

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