‘El caso Asunta’, la serie de Netflix sobre el asesinato de la niña gallega en 2013 a manos de sus padres se ha convertido en todo un fenómeno esta temporada.
La creciente pasión por el ‘true crime’ ha traspasado la barrera de los documentales de imágenes reales para ir generando ficciones basadas y que han resultado todo un descubrimiento para el gran público. Con ‘El caso Asunta’ ha ocurrido lo mismo que con ‘El cuerpo en llamas’ -que narraba el crimen de la Guardia Urbana de Barcelona– y el duda ética al respecto está sobre la mesa.
Al hilo de esto se ha pronunciado precisamente uno de los personajes reales de esta triste historia, el juez encargado en su día de ls instrucción del caso, José Antonio Vázquez Taín.
Al magistrado lo interpreta en la serie Javier Gutiérrez, que realiza un excelente papel aunque quienes conocen a Taín aseguran que la personalidad reflejada no es exactamente la del juez al que encarna; licencias narrativas.
Sin embargo, no ha sido esta la crítica de Taín, quien asegura que cómo se le refleja en la ficción no es precisamente su mayor preocupación.
Para el juez, el problema de la serie, tal y como ha contado en el programa ‘Vamos a ver’ de Telecinco, es «que se vuelva a cuestionar si la Justicia en España es correcta y si se manipulan las pruebas».
«Yo estoy tranquilo»
Taín, que revela que ha visto sólo el primer capítulo y que no tiene intencón de continuar (son cinco los episodios que componen la miniserie), ve así el caso más de una década después:
«Yo no juzgué a esas personas -Rosario Porto y Alfonso Basterra-, me encargué de la instrucción. A ellos les juzgaron nueve jurados y lo determinaron (su culpabilidad) por unanimidad. Entonces, volver a intentar otra vez sembrar dudas… Yo estoy tranquilo», cuenta, en alusión a la sentencia del caso real y a las posibles dudas que puedan surgir en el visionado de la serie, donde se presentan dos alternativas con respecto a los hechos.
Poner el foco en Asunta
Otra de las pegas que pone Taín a la serie es el foco de la misma, muy centrado en Rosario y Alfonso y los hechos acontecidos del 21 de septiembre de 2013, día de la muerte de Asunta, en adelante. Para él se ha perdido una gran oportunidad de homenajear a la niña.
«Me da mucha pena. Porque estoy acostumbrado en ese aspecto, pero no es justo. Porque era una niña muy especial, maravillosa, y creo que era el momento de hacer un drama en donde realmente pusiéramos en valor cómo pueden dos personas normales –que no es que sean degenerados, enfermos mentales o animales, sino que son personas como cualquier otras- destruir por falta de empatía la vida tan brillante de una niña y privarla de su adolescencia, su vida y todo el futuro que tenía por delante», sentenció el magistrado, encargado de la instrucción del que es uno de los casos más mediáticos de la historia de España.
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