Todavía con el entusiasmo por el galardón, la ganadora de un Goya por ‘Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto’ apareció en plató presumiendo de estatuilla, agasajando a Pablo Motos con una rica trenza de Almudévar, y luciendo detalle en su atuendo que no se le escapó a los espectadores del formato: un lazo en el pelo con la bandera de Palestina.
Para arrancar la entrevista, a Motos se le ocurrió formularle una pregunta complicada, pidiéndole que resumiera sus 50 años de carrera en un solo titular. Ella lo hizo, pero extendiéndose un poco más. «Los 25 primeros cine de autor, nada más. El ‘Un, dos, tres’ y toda la televisión servía para pagar el cine de autor, que lo hacíamos en cooperativa. Sin un duro, pero con mucho talento», comenzó rememorando la invitada, añadiendo una reflexión. Cree que «el 90% de las películas que he rodado en mi carrera no se podrían hacer en la actualidad».
Después vino la cuarentena, un época donde «el cine te abandona como el desodorante», afirmó, repitiendo una de las frases virales de su discurso al recoger el premio en Huesca. No obstante, «el público que fue al cine durante 25 años, acogió mi música, llenó los teatros durante seis años y dando la vuelta al mundo», comentó, reconociendo que fue le etapa más feliz de su vida.
Guiño a la bandera palestina y dice q hoy no haría las mismas pelis por la falta de libertad. En Palestina seguro q no. #VictoriaAbrilEH
— Se tenía que decir🌈🇪🇸🇨🇺 (@Seteniakdecir) June 12, 2024
Me encanta ver a la mayoría de la audiencia del hormiguero ardida porque Victoria Abril lleva un lazo con los colores de la bandera de Palestina. #VictoriaAbrilEH
— vicks (@Rarezasprsonals) June 12, 2024
La cincuentena de Victoria Abril la marcó la televisión francesa. Como contó en ‘El Hormiguero‘, trabajó en un telefilme que cosechó una audiencia de más diez millones de espectadores. Tras ese éxito, se convirtió en serie, ‘Clem’. Una serie que se mantuvo diez años en antena.
El salto de Victoria Abril a los escenarios
«Luego llegó el covid-19, nos encerraron. Y justo después me puse a hacer teatro», continuó relatando.
Y ahora, para las bodas de oro, «traigo una maravilla», reafirmó la actriz, explicando que «en la obra, voy a hacer un poco de justicia olímpica con Medusa; un personaje monstruoso, maldito, que no se sabe nada de ella, sobre todo cómo la convirtieron así».‘Medusa’ es una obra original, la primera acerca de esta figura de la mitología griega. «Esto será por la puerta grande, en Mérida», contó emocionada.
Además, justamente Victoria Abril, en realidad, se llama Victoria Mérida. El presentador aprovechó entonces para preguntarle por qué se cambió el apellido al iniciar su carrera. «Cuando empecé a trabajar en 1974, con 14 años tener una hija actriz no era el mejor regalo que le podías hacer a tu familia. En aquel momento, actriz era igual a puta», confesó, refiriéndose a que estaba muy mal visto.
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