El nombramiento de Concepción Cascajosa como presidenta de Radio Televisión Española (RTVE) ha traído cola en la mañana del miércoles no sólo por el juego de tronos y el revuelo de tablero del ente público, sino por unas declaraciones de 2021 de la nueva mandataria que han copado la actualidad por sus implicaciones ideológicas.En 2021, durante una comparecencia en el Congreso de los Diputados, Cascajosa reveló que era «militante del Partido Socialista» y añadió: «Considero que esa militancia forma parte de mi compromiso social y de mis ideas progresistas».Ese reconocimiento público de su ideología y de su activismo ha puesto sobre la mesa el debate de si es la persona idónea para dirigir con rigor e imparcialidad la corporación pública, máxime cuando, según ha podido saber ABC , desde Moncloa han presionado para que fuera ella la elegida.Noticia Relacionada Editorial opinion No RTVE, un modelo fallido Editorial ABC La crisis abierta en el consejo de administración y otras polémicas recientes ponen de manifiesto cómo el organismo público se ha convertido en otro instrumento al servicio del poder políticoLo cierto es que, sobre el papel, y atendiendo al Código Ético de RTVE , no existe ningún conflicto de intereses a la hora de ejercer su cargo de presidenta.En el documento que rige los estándares éticos de la cadena pública, cuya última versión fue aprobada en abril 2023, no se menciona en ningún epígrafe la problemática que pueda suponer la militancia de una personaen cargo de responsabilidad con el desarrollo de su trabajo.Sí se habla de «afinidades políticas» en el ‘Plan de prevención del fraude, la corrupción y los conflictos de interés’ , donde en su apartado 4 explica lo siguiente con respecto al choque de intereses:«De acuerdo al artículo 61.3 del Reglamento (UE, Euratom) 2018/1046 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 18 de julio de 2018, sobre las normas financieras aplicables al presupuesto general de la Unión (Reglamento Financiero), existe un conflicto de intereses cuando el ejercicio imparcial y objetivo de las funciones de una persona se ve comprometido por motivos relacionados con su familia, su vida sentimental, sus afinidades políticas o nacionales, sus intereses económicos o cualquier otro motivo directo o indirecto de interés personal».Este tipo de conflictos personales, políticos o económicos pueden apreciarse en dos tipos de trabajadores de RTVE, según el mismo plan:«1. Los empleados públicos que realizan tareas de gestión , control y pago y otros agentes en los que se han delegado algunas de estas funciones».«Y 2. Aquellos beneficiarios privados, socios, colaboradores, contratistas y subcontratistas , cuyas actuaciones sean financiadas con fondos públicos, nacionales o comunitarios, que puedan actuar en favor de sus propios intereses, pero en contra de los intereses financieros de España o de la UE, esto es, que actúen de manera indebida en el desempeño de las obligaciones derivadas de su condición de persona o entidad perceptora de recursos públicos en el marco de un conflicto de intereses».Extracto del Código Ético de RTVESin embargo, detalla al final de estos párrafos el ente público, los conflictos de intereses pueden ser «aparentes, potenciales o reales», lo que deja la puerta abierta siempre a la interpretación de cada caso, tarea que corresponde a la dirección de Cumplimiento Normativo .Tras el anuncio del nombramiento de Cascajosa, se ha empezado a mover por el redes el Código Ético de otra televisión pública, la BBC de Reino Unido . El motivo, que la corporación británica, aunque permite la participación en política, es muy estricta en cuanto a qué personas pueden manifestar públicamente su ideología y quiénes no. La figura del Asesor Principal de Política como juez de conflictosEstablece la BBC lo siguiente: «Cualquier persona tiene derecho a ser miembro no activo de un partido u organización política. Sin embargo, hay algunos roles (por ejemplo, aquellos involucrados directamente en la cobertura política) donde la divulgación pública, incluso de miembros inactivos, puede correr el riesgo de comprometer las percepciones de la imparcialidad de la BBC».Cuenta la corporación con una figura parecida a la del director de cumplimiento de RTVE, pero especializado expresamente en posibles conflictos de interés relacionados con las ideas políticas de sus empleados:«De acuerdo con las Directrices Editoriales, los gerentes o individuos deben buscar el asesoramiento del Asesor Principal de Política , cuando corresponda, para discutir circunstancias individuales», relata su Código Ético. Es decir, hay una persona en la BBC que determina en todo momento si alguien está provocando un conflicto de intereses en cuestiones políticas.El documento diferencia entre entre militancia no activa y activa -es decir, participativa-. En el caso de esta última se establece lo siguiente: «La participación política activa puede generar dudas sobre la imparcialidad del individuo, la imparcialidad del área en la que trabaja y la imparcialidad de la BBC en su conjunto. Las personas deben informar a su gerente sobre cualquier participación política para que pueda ser considerada plenamente».El problema de expresar opiniones en las redes socialesPor último, la corporación británica contempla en su Código Ético incluso el conflicto que puede generar y cómo puede afectar a la credibilidad de la cadena lo que un miembro de su equipo de noticias pueda expresar en canales públicos:«Es probable que cualquier actividad política, como hacer campaña o expresar opiniones en las redes sociales con respecto a cuestiones de política pública y otros temas controvertidos, sea incompatible con sus funciones en Noticias y Actualidad», detallan, emplazando en todo momento al Asesor Principal de Política a estudiar cada caso concreto y haciendo hincapié en que la responsabilidad del cargo que ostente cada persona será también un factor a tener en cuenta para observar conflicto de intereses.
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