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Eurovisin 2024, ms (des) unidos por la msica que nunca

Haca muchos aos, tantos que ni hay recuerdos, que el Festival de Eurovisin no estaba envuelto en tantas polmicas como este ao: la participacin de Israel, la censura de la Unin Europea de Radiodifusin (UER), las protestas de Europa, incluso con fundidos a negro de televisiones pblicas, «el incidente» con Pases Bajos, el nivel de las canciones… Suma y sigue.

De hecho, a ltima hora de este viernes, un «incidente», calificado as por la UER, con el representante de Pases Bajos, Joost Klein, del que todava no se ha dado informacin, lha llevado a la descalificacin del pas del Festival. Segn el organismo, sigue investigndose junto a la televisin pblica holandesa. En el ltimo ensayo del pase de banderas, Pases Bajos no estaba, mientras que en el ensayo de las actuaciones, justo despus, la UER ha emitido el que grab Joost en la segunda semifinal.

El Festival se encuentra en una encrucijada de la que sus organizadores no saben salir y que les seala directamente ante la falta de informacin y su permisividad con los ataques que estn recibiendo varios periodistas por parte de medios israeles por informar sobre las protestas contra Israel. Tanto, que hasta RTVE ha publicado en X una breve nota pidiendo a la UER que defienda la libertad de prensa.

Israel est inmersa en una guerra en Gaza, su ofensiva est siendo brutal tras el ataque de Hamas, pero la UER no slo ha decidido no expulsar al pas de la competicin, como reclamaban algunos competidores, sino que est haciendo todo lo posible para apagar la voz de las protestas. Por ejemplo, no se ha pronunciado despus de que varios acreditados israeles amenazasen ayer a un periodista espaol que grit «free Palestina» durante el ensayo de la final.

Y pese a todo esto, que no es poco, la polmica podra ir a ms: Israel se ha disparado en las listas de las casas de apuestas y est en segunda posicin. Podra ganar.

Cuando los representantes de la SVT, la emisora nacional sueca, se reunieron el verano pasado con el Grupo de Referencia de la UER para decidir cul sera su eslogan para el Festival de Eurovisin en Malm, lo tuvieron claro: Unidos por la msica. El lema que la BBC ide para el certamen de 2023 en Liverpool no solo destacaba la unin entre el Reino Unido y Ucrania como pases anfitriones, sino que tambin haca honor al poder de la msica para hermanar a ciudadanos de todo el mundo. Gust tanto que la entidad organizadora decidi convertirlo en consigna permanente, pues refleja la capacidad del concurso para superar las diferencias, independientemente de nacionalidad, lengua u origen. Pero pocos podan imaginar que meses de aquel hermanado encuentro, el certamen iba a llegar a Suecia ms dividido que nunca.

Y es que, desde que la UER anunciara en febrero que definitivamente no expulsara a Israel del concurso tras el estallido de la guerra en Gaza, las polmicas se han ido desatando una tras otra. Y no se han limitado a la esfera geopoltica. Los eurofans ms conservadores, y el pblico en general, tampoco se han quedado satisfechos con los vestuarios, ciertas puestas en escena e incluso las letras de algunas propuestas.

Una de las mayores falacias sobre los grandes acontecimientos culturales -o deportivos- es que no pueden ni deben politizarse. Y aunque la UER ha insistido repetidamente en que Eurovisin se trata de un «evento apoltico», su doble rasero respecto a la expulsin de Rusia del concurso en 2022 tras su invasin de la vecina Ucrania y la participacin del Estado judo ha provocado continuos llamamientos al boicot, tanto entre los espectadores como a las delegaciones participantes.

Durante toda esta semana las protestas en contra de la participacin de Israel y de la UER han cortado vas ferroviarias, han llenado Malm de banderas palestinas, han provocado que participantes hablen de censura y han convertido Eurovisin en un festival de tensin constante en el que todo el mundo est pendiente de cul va a ser la siguiente protesta contra Israel.

Y no solo contra Israel, sino tambin contra a quienes no han plantado cara a la situacin. Ha sido Olly Alexander, representante del Reino Unido, quien se ha llevado el grueso de este malestar, pues decidi seguir compartiendo cartel con Eden Golan, la abanderada israel, a pesar de haber calificado de «genocidio» las acciones de este pas en Gaza en una carta abierta antes de ser seleccionado para el certamen. En marzo, el grupo de presin LGTBI Queers for Palestine lanz una peticin para que el britnico -que vuelve a estar en boca de todos esta semana por su «provocativa» actuacin homoertica- abandonara el festival, que reuni ms de 2.000 firmas y salt a los titulares de todo el mundo. Aunque respondi diplomticamente en un post colaborativo de Instagram con otros artistas participantes, los incesantes comentarios de «vendido» y acusaciones de su «complicidad en el asesinato de nios pequeos», le han empujado al lmite.

«Hay muchas cosas que deseara que fueran diferentes. Ojal no hubiera guerra ni esta crisis humanitaria. Deseo la paz», explic entre lgrimas en una entrevista concedida la semana pasada a The Times. «Me he sentido muy triste y angustiada durante toda esta experiencia, pero sigo creyendo que es bueno que la gente se rena para divertirse. Por eso quera ir a Eurovisin».

En lo nico que se han mojado los organizadores fue en rechazar dos canciones propuestas por la misma Golan, October Rain y Dance Forever, por su «contenido poltico». La primera describe el estado de los civiles durante el ataque de Hamas del pasado 7 de octubre -«No queda aire que respirar, no hay lugar, no hay yo de un da para otro»-, y la segunda haca una mencin indirecta a los ciudadanos israeles implicados en la guerra en su estribillo: «Oh baila como un ngel. Ahogndome en el amanecer. Mi corazn est tan fro pero mi alma est ardiendo. Alguien llama desde el paraso».

Pero cuando la artista present una tercera opcin –Hurricane-, inspirada en las secuelas emocionales de los israeles tras el ataque, aceptaron sin pestaear. No solo la aceptaron, sino que la han protegido hasta niveles nunca vistos con un representante en la historia de Eurovisin. «Este tema s que cumple los criterios necesarios para participar, segn las normas de Eurovisin», se limitaron a decir. Por eso, tras la conclusin de la primera semifinal, Ebba Adielsson, responsable de la UER, tuvo el valor de cargar pblicamente contra el sueco Eric Saade por llevar un pauelo palestino en el brazo durante su actuacin. «l conoce las reglas que se aplican cuando se sube al escenario. Nos parece triste que se aproveche as su participacin», indic la productora ejecutiva del certamen.

La censura no se detuvo ah. El artista no binario y representante irlands Bambie Thug ha revelado que se le orden quitarse el maquillaje pro palestino antes de subir al escenario del Malm Arena el martes: «Soy una persona a favor de la libertad y la justicia, pero la UER me ha obligado a retirar de mi propuesta los mensajes que llevaba pidiendo el alto el fuego y la libertad para Palestina«.

Y es que Bambie Thug es uno de los ejemplos de las otras polmicas eurovisivas de esta edicin: las peculiares puestas en escena. A la irlandesa se le ha acusado de «promover el ocultismo» e incluso el «satanismo» por presentar una propuesta que mezcla elementos de mitologa y hechicera con una puesta en escena, producida por el espaol Sergio Jan, en la que se despoja de una capa de bruja a lo Malfica para transformarse en una crislida trans. Su respuesta? «Es icnico haber creado tanto revuelo. Estoy cabreando a la gente ms adecuada: a los que suprimen el amor, la compasin, la comprensin, a los transfbicos, a la ultraderecha y a unos cuantos curas, por lo que parece».

Otro participante que ha estado bajo la mirilla de la UER ha sido el finlands Windows95Man por su llamativo vestuario. Durante su actuacin, luce un tanga de color carne, con el fin de simular que est desnudo de cintura para abajo. Sin embargo, saltaron las alarmas tras filtrarse imgenes de sus ensayos generales, ya que el uso de ropa interior que implica la desnudez podra infringir las normas sobre qu tipo de contenidos se pueden emitir en televisin antes de las 21.00 horas, por proteccin de menores. Debido a los diferentes husos horarios de Europa, en algunos pases el certamen empieza a las 20.00 horas. Sin embargo, pese al temor de algunos eurofans, la entidad organizadora ha dado luz verde a Teemu Keisteri -el nombre real del cantante- para que aparezca sin pantalones.

Y no nos olvidemos de la ZORRA de Nebulossa, que se libr por los pelos del veto eurovisivo. Desde el momento en que Mery Bas y Mark Dasousa bajaron del escenario del Benidorm Fest, se form un huracn meditico -que se extendi ms all de nuestra frontera- difcil de frenar por el uso de este insulto misgino como smbolo de empoderamiento femenino. Tras convertirse en objeto de una pugna poltica entre Gobierno y oposicin -el propio Pedro Snchez sali en defensa del do ondarense, afirmando que «este tipo de provocaciones tienen que venir de la cultura»-, la entidad organizadora consider la cancin «apta» y dio por zanjado el asunto.

Todava queda la gran final de esta noche. Tiempo de sobra para que surja otra polmica o, mejor an, para que el continente se una o se desuna en un festival que se supone que es de msica.

Content Source: www.elmundo.es

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