Presentarse en ‘First Dates’ como «un vendemotos» no fue la mejor idea de Alejandro (35), comercial malagueño que buscó a su pareja ideal en el ‘dating show’ de Cuatro este viernes 22 de marzo. Y es que, aunque aseguró que en el amor le gusta ser 100% transparente, algo intuyó su cita sobre su forma de ser que no acabó de fiarse de lo que él le contó. También llegó desde Málaga Sabrina (31), una mujer que se considera intensa y cuyo punto de partida para decidir si se molesta en conocer a un hombre resultó un tanto peculiar: los tatuajes. Piensa que no tenerlos es sinónimo de falta de personalidad. Noticia Relacionada First Dates estandar No «Me están entrando sudores»: un jubilado muy mujeriego confiesa algo sin precedentes que escandaliza a Carlos Sobera María Robert Manuel acudió por segunda vez al restaurante de citas de Cuatro para encontrar a la mujer ideal. Eso sí, entre visita y visita no ha perdido el tiempoJusto la fuerte personalidad de ella es la cualidad que más le llamó a Alejandro la atención a primera vista. Sabrina, sin embargo, fue más minuciosa fijándose en su cita nada más conocerlo. Como manicurista, se le fueron los ojos a las manos de su pretendiente. Y en el escrutinio, Alejandro no salió muy bien parado. «Tiene las uñas un poco largas, y eso para mí… No puedo con eso. Y esa camisita abrochada no es mi estilo». Para rematar, Alejandro no llevaba tatuajes. El debate infructuoso de Sabrina y Alejandro sobre los hijos Eso sí, la primera impresión regulera de Sabrina hacia Alejandro se quedó en algo anecdótico cuando pidieron la cena. Nada de lo que eligió su cita del menú le gustó a la soltera. Una cosa llevó a la otra, y quedó en evidencia que en cuanto a estilos de vida también eran incompatibles. Él es de gimnasio y alimentación sana; ella, de sofá, pizza y hamburguesas. Además, a Alejandro le gusta cuidar la mente tanto como el cuerpo, por eso lee, escucha música y practica el autoconocimiento. Lejos de impresionarla, Sabrina llegó a la conclusión de que su pretendiente se había creado un personaje, tal y como comentó al equipo de ‘First Dates’ . «Este es un vendemotos. Es comercial, y un comercial vende… ¿Tiene pinta de meditar? No ¿Tiene pinta de gimnasio? No ¿Tiene pinta de dieta? Tampoco». Sabrina se encargó de dejarle claro a Alejandro que no eran compatibles CuatroCon la mosca detrás de oreja, Alejandro y Sabrina llegaron a un punto complicado de la conversación cuando ella contó sus intenciones de ser madre soltera. «Has venido al programa idóneo…», apuntó él en tono sarcástico. Al andaluz le rechinó el plan de vida de Sabrina , defendiendo que un niño se tiene con otra persona. Una idea que su cita, por supuesto, no compartía en absoluto. «Yo quiero ser madre, y no lo quiero descartar por no encontrar novio», argumentó. Sin embargo, el debate fue en balde; sobre todo, porque después de intercambiar opiniones Alejandro , aclaró que no quiere tener hijos. Para Sabrina , la conversación, «ha sido un cuadro». Aunque a juzgar por el resultado, no solo la charla sobre los hijos, sino la cita en general. Su amago de relación no iba a ningún sitio y ellos lo sabían. Aparte, Sabrina tenía una teoría que reforzaba sus objeciones a seguir conociendo a Alejandro : «Nunca te fíes de un hombre con los ojos azules».
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