Desde que el pasado martes, Carlos Sobera comunicase a Ángel Cristo en Supervivientes: En Tierra de Nadie que la organización había decidido expulsarlo disciplinariamente por su huida y desaparición, todos esperaban el momento de su regreso. Primero, porque no se sabía siquiera si Supervivientes iba a recibirlo y a sentarlo en plató; segundo, porque tras sus palabras el día de su expulsión sobre lo ocurrido con Arantxa del Sol, la situación en la que había dejado a Supervivientes no era nada cómoda; tercero, porque lo que les dijo a Aurah Ruiz y a Blanca Manchón sobre las mujeres iba a salirle caro; y, cuarto, porque nadie, ni siquiera Supervivientes, sabía por dónde podía salir Ángel Cristo. Y eso en televisión y en directo es muy peligroso.
Sin embargo, la llegada de Ángel Cristo al plató de Supervivientes, pasada ya la medianoche, no hacía indicar que Ángel Cristo fuera a poner en peligro ya nada. Llegó como adormilado, acogotado, impasible… Empezó pidiendo perdón, muchas veces; siguió justificando el haber soltado que todas las mujeres sirven para lo mismo, para pisar a los hombres; metió el rabo entre las piernas, agachó las orejas, aguantó el chaparrón. Raro, raro, raro… Dijo que era porque se había encontrado de golpe con toda la realidad. Desde luego estaba muy lejos de ser el Ángel Cristo del día de su expulsión, de ser el Ángel Cristo que desapareció en medio de la selva durante más de tres horas teniendo que intervenir la Fuerza Naval de Honduras, de ser el Ángel Cristo que se enfrentó a Carlos Sobera, a Aurah Ruiz, a Blanca Manchón, e incluso, a la propia organización de Supervivientes. No, no era ese Ángel Cristo.
Durante toda la semana mucho se había especulado sobre qué iba a hacer Supervivientes con Ángel Cristo cuando llegase a España. Si le recibiría en plató, si concedería una entrevista, si se le daría un hueco en plató. Anoche, en Supervivientes: Conexión Honduras era indudablemente la estrella, pero no se le quiso tratar así. Se le dejó relegado en una habitación, se dio el contenido y el protagonismo a los que todavía están en Honduras, se le hizo esperar y pasadas las 00.30 horas Sandra Barneda recibió en plató a un Ángel Cristo muy alejado del último Ángel Cristo que los espectadores habíamos visto. Traía consigo su tridente y su bandana roja atada a la frente. Eso era lo único que quedaba del Ángel Cristo que se vio en los cayos de Honduras.
No parecía venir con ganas de guerra, ni con ganas de abrir más frente sino todo lo contrario. Parecía haberse aprendido bien la lección: pedir perdón, meter el rabo entre las piernas y aguantar el chaparrón. Y así fue en un inicio. Pero con Ángel Cristo nunca sabes lo que puede ocurrir y anoche Supervivientes volvió a cayó en la trampa.
Tras advertirle Sandra Barneda de que su entrevista con ella no iba a ser un «akelarre» y comunicarle que no había ningún ser querido en plató porque no había sido expulsado por la audiencia sino por el programa, Ángel Cristo arrancó entonando el mea culpa. Con voz suave, relajada, somnolienta, sin prácticamente ni un solo gesto en su rostro, el hijo de Bárbara Rey pidió perdón: «Me arrepiento de las últimas palabras que dije, solo puedo pedir disculpas a la gente que le haya podido ofender. Me expresé mal».
«Elegí unas palabras no adecuadas, generalicé, no lo intento justificar pero fue porque he vivido un año muy duro. No soy machista. Me he criado toda la vida con mujeres, las valoro muchísimo más que a cualquier hombre. Al decirme Aurah que pobrecita mi ex mujer y que entendía que viera poco a mi hija, en ese momento exploté y me llevó a un límite en el que creía que jamás iba a llegar», continuó. Unas palabras que sirvieron a Sandra Barneda para dejarle bien claro que la tolerancia «es cero» ante esos comentarios.
«Me alegro de que hayas reflexionado, que públicamente digas que esas frases no son acertadas y que no lo piensas y te quiero creer. Quien te hace sufrir injustamente es un ser humano malvado, da igual hombre o mujer, espero que no sea una limpieza de imagen», le señaló Sandra Barneda. Ángel Cristo asintió. Nada que ver con el Ángel Cristo de hace casi una semana.
¿Qué le ocurría anoche a Ángel Cristo en Supervivientes?
Tanto que hasta la propia presentadora, muy calmada en todo momento, le reprochó que no sabía muy bien quién era el verdadero Ángel Cristo: «Eres súper inquietante porque no sé quién es el Ángel real, el que está aquí con un tono bajo o el que se enfada. No sé qué te pasa por la mente». «Yo he sido yo mismo todo el concurso y se ha podido ver», le respondió el hijo de Bárbara Rey. «Y ahora mismo estoy muy sensible porque volver a la civilización ha sido un golpe. En general soy una persona muy tranquila, que le gusta el silencio, la paz y hoy no tengo por qué enfadarme. Allí me atacaban muchísimo y no entendía la razón», afirmó.
Había que entrar en faena, había que entrar en su espectacular e inédita huida de Supervivientes. Ángel Cristo se justificó hablando de su infancia, de cuando su madre le echaba de casa y él huía al bosque y terminaba durmiendo «sobre una encina». «En el concurso no pensé en irme y no volver, en que me expulsarían disciplinariamente. Necesitaba irme de la playa, me vi caminando, no sabía cómo volver, fui en una dirección que pensaba que había playa. Pero cuando pasas esos límites es selva, y tardé en darme cuenta del peligro que corría», explicó.
¿Dónde estaba el Ángel Cristo que tantas preocupaciones, rumores, informaciones ha provocado estos últimos días? ¿Realmente había reflexionado o había otra cosa? Su comportamiento desde luego no facilitó para nada pensar que efectivamente había hecho autocrítica y había decidido suavizar e intentar mejorar una imagen muy dañada tras lo ocurrido el martes pasado. Pero entonces, Supervivientes se la jugó. Fue el programa quien mostró un vídeo de su relación en Supervivientes con Arantxa del Sol. O bien, creyeron que este Ángel Cristo relajado, casi adormilado no iba a entrar al trapo, o bien, pensaron que tras lo declarado por el concursante la semana pasada si no sacaban el tema, iba a ser mucho peor. Se la jugaron y perdieron.
El Ángel Cristo previo nada tuvo que ver con Ángel Cristo que surgió tras el vídeo. Las imágenes mostraban la noche en que Arantxa del Sol le confesó a Sandra Barneda lo que había ocurrido en la famosa lancha, el momento colleja. Terminó el vídeo y entonces sí, apareció el Ángel Cristo de todas estas semanas: «Ella no me dio una colleja, me dio tres puñetazos. Me los dio aprovechando que no había cámaras pero sí testigos que le llamaron la atención. Eso es lo que pasó. Lo vio Kiko, Javi, Marieta, Miri, el lanchero y el inspector».
Hay que recordar que Arantxa del Sol y la propia Sandra Barneda revelaron el día que la presentadora lo confesó que en la lancha no estaban más que ellos, que no había cámaras ni testigos. Primer golpe. Fue Sandra Barneda la que entonces le advirtió a Ángel Cristo que Arantxa del Sol no habló en ningún momento de puñetazos sino de una colleja y fue el clic que necesitaba Ángel Cristo. Ángel Cristo advirtió a Sandra Barneda de que esa no era la verdad de lo ocurrido, que iba a sacar al verdad. Sandra Barneda le instó a que lo contase en Supervivientes «y no en otro programa». «¿Seguro?», le señaló el hijo de Bárbara Rey. Y allá que fue: «El lanchero y el inspector informaron al equipo pero desde dentro del programa se me recomendó que para no reavivar mis problemas de violencia de género, no diera importancia a este asunto y dejarlo pasar». ¡Boom!
La verdad de Ángel Cristo en Supervivientes
«Eso no es verdad, Ángel«, le espetó Sandra Barneda. «¿Ah, no? Pues entonces no me preguntéis, no me exijáis cosas que no queréis que diga. Se me recomendó no darle importancia a ese asunto y dejarlo pasar», añadió.
«Es muy grave la acusación que estás haciendo», volvía a insistir la presentadora. Ante ello, Ángel Cristo siguió señalando y desmontando a la organización y a la dirección de Supervivientes: «No me preguntéis y no lo enfoques por esa dirección». «No tenemos nada que esconder», remarcó Sandra Barneda. «¿Quieres que diga que no me expliqué bien y que dio lugar a confusión y que por eso el equipo del programa en ningún momento supo lo que había pasado?», cuestionó Ángel Cristo. «Se te repitió si te habías sentido agredido, y tú dijiste que no», le recordó Sandra Barneda.
«Se te repitió varias veces que si te habías sentido agredido y dijiste que no, que mejor dejarlo como estaba y querías que te pidiera perdón», insistió la presentadora. Algo que negó Ángel Cristo: «Nunca dije que no, se me recomendó dejarlo pasar.Lo único que sé es que si eso lo hubiera hecho yo, de mí hacia ella, se me habría expulsado al momento. Me habéis pedido la verdad, aquí tenéis la verdad«.
«Se me dijo que venía de un año complicado, que mejor no comentarlo porque se podía reavivar el tema. Dije a los responsables que le daría un margen para que se disculpara, porque le habían envenenado, porque un error lo tiene cualquiera y si me hubiera pedido disculpas se habría quedado en una anécdota», continuó Ángel Cristo, mientras Sandra Barneda intentaba sin mucho éxito que las revelaciones del hijo de Bárbara Rey no siguieran manchando a Supervivientes: «Te hemos pedido que expreses tu versión, porque no tenemos nada que esconder pero la verdad es otra. A nosotros nos daría igual que se avivara ningún tema, porque el agredido eras tú, por lo que no tendrías problema.Tu decidiste darle una oportunidad como dices».
No hubo más. Ángel Cristo contó lo que todos sospechaban, Sandra Barneda intentó salvar los trastos, pero fue muy complicado. Con esa tranquilidad de la que hizo gala anoche Ángel Cristo, terminó machacando al reality. Nunca sabremos la verdad de lo ocurrido en aquella lancha, pero hay veces que una versión repetida mil veces y una negación repetida las mismas, es más que suficiente.
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