Algunos personajes de ‘La Promesa’ (La 1) se llevan su secreto a la tumba. Como Valentín (Carlos Suárez), abatido tras secuestrar a María Fernández (Sara Molina). O como el fallecido barón de Linaja (Alberto González), asesinado por Pía (María Castro). Pero hay otros, como Abel (Alejandro Vergara), que no quieren morir sin antes expiar su culpa. Porque el doctor Bueno pactó con el diablo cuando accedió a ayudar a Jimena (Paula Losada) con su ‘no embarazo’ y su falso aborto (llegó a La Promesa para ayudar con la gestación). Tampoco ayudó la insistencia de Abel por mantener un noviazgo con Jana (Ana Garcés); ni sus compañeros varones de servicio le tenían en buena estima.
Pero Abel, por obra y gracia de los ingeniosos guionistas de ‘La Promesa’, quiere la redención, el perdón, y el primer paso para ello es convencer a Jimena de que desembuche sobre la muerte de un hijo que nunca exitió y que destrozó a su supuesto padre, Manuel (Arturo Sancho). Pero no parece que Jimena vaya a soltar prenda e intentará, por todos los medios, retener a su todavía marido.
Así que hasta nuevo aviso, Abel empieza su redención con otra confesión a los tórtolos de Jana y Manuel, con quien tuvo sus más y sus menos después de que la parejita empezara a sospechar sobre el doctor. El hijo de los marqueses de Luján descubrió que Abel no había estado realmente en el incendio de la fábrica de aceite de Córdoba y cuando Manuel se lo hizo saber, el médico amenazó con destapar su romance secreto con la doncella.
Pero las aguas se calmaron después de que Jana y Manuel se ‘sentaran’ a hablar con Abel sobre su amor (lo nunca visto en un triángulo amoroso de una telenovela); un gesto que amansó a la fiera. En el episodio 330 de ‘La Promesa’, emitido por La 1 este viernes 5 de abril, Abel desvela que está casado desde la adolescencia con Laura, aquejada de los pulmones casi desde el inicio de su matrimonio, y que aceptó el encargo de supervisar el embarazo de Jimena en La Promesa para poder costear su ingreso en un hospital.
«Pero no contaba contigo, Jana, con conocerte y con enamorarme de ti hasta los huesos», le revela Abel a la doncella protagonista. «Ella pasa la mayor parte del tiempo en un hospital excelente y carísimo. Cuando mejora, va a casa de mis padres», añade. De ahí la actitud del padre de Abel cuando fue en su búsqueda a palacio y de ahí que el médico no estuviera realmente en el incendio de Córdoba, sino cuidando a su mujer.
Pero quedaba otro misterio por resolver. Si Abel está casado, ¿por qué pidió matrimonio a Jana? «Estaba enajenado […] Olvidé realmente quién era».
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