Sabrina (31) llegó al restaurante de ‘First Dates‘, donde acudió este viernes 5 de abril buscando el amor, con la teoría de que un chico sin tatuajes es sinónimo de que no tiene personalidad. En vista de que a Alejandro (35), su pretendiente, no le gustaban, se podía intuir que la cita acabaría sin que estos dos jóvenes malagueños hicieran ‘match’.
Bien es cierto que la joven se considera intensa, y esa intensidad la demostró sacándole numerosos defectos a su compañero de velada. Pero también que Alejandro le dio munición al describirse como «un vendemotos». Aunque se refería a su profesión, comercial, pues aseguró que en el amor es 100% trasparente, Sabrina no terminó de confiar en su cita. De hecho, ha desarrollado una teoría: «Nunca te fíes de un hombre con los ojos azules».
De primeras, al soltero le entró por los ojos la malagueña. A ella, en cambio, algo le chirrió de su aspecto casi en el instante en el que se conocieron. Como manicurista que es, a Sabrina la vista se le fue a las manos de Alejandro. Y en el escrutinio, la impresión sobre su pretendiente empezó a decaer. «Tiene las uñas un poco largas, y eso para mí… No puedo con eso. Y esa camisita abrochada no es mi estilo», espetó. Y eso que todavía no habían hablado de que él no llevaba tatuajes.
Pero si la primera impresión que Sabrina tuvo de Alejandro fue regular, la segunda empeoró todavía más. Y es que la soltera no estaba dispuesta a transigir con los gustos de su cita, llegando a criticar hasta los platos que eligió para cenar.
Sabrina no se cree a Alejandro y lo considera un vendemotos
El lado bueno es que el menú les dio pie a hablar sobre sus estilos de vida, y en ese momento él también se dio cuenta de que no tenían nada en común. Sabrina es de comida basura y sofá, mientras que Alejandro cuida cuerpo y mente con gimnasio, alimentación sana y algo de música y lectura. Eso sí, en vez de valorar la chica lo acusó de que haberse creado un personaje. «Este es un vendemotos. Es comercial, y un comercial vende… ¿Tiene pinta de meditar? No ¿Tiene pinta de gimnasio? No ¿Tiene pinta de dieta? Tampoco».
Alejandro y Sabrina decidieron que no eran compatibles
La tensión se fue haciendo más y más palpable durante la conversación, hasta que ya no fueron capaces de disimular cierta antipatía entre ellos. Fue en el momento en que ella explicó que quería ser madre soltera, una confesión a la que Alejandro reaccionó con un comentario cargado de ironía. «Has venido al programa idóneo…». Para el malagueño, un hijo ha de nacer en el seno de una pareja, y esa opinión puso a la implicada todavía más a la defensiva. «Yo quiero ser madre, y no lo quiero descartar por no encontrar novio», insistió.
A Sabrina le bastó una frase para describir ese debate que acababan de protagonizar, aunque también se podría aplicar a la cita en su conjunto. «Ha sido un cuadro», sentenció.
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