Chenoa, junto a los otros tres finalistas, Pablo Castellano, Adrián Lastra y Marta Díaz , repasaron con Pablo Motos sus respectivas trayectorias en el concurso. Así, abrieron boca a los telespectadores para que no se perdieran la gala en la que se decidirá el ganador de los 30.000 euros en juego.
Solo puede quedar uno, aunque para algunos llegar tan lejos ya supone un triunfo. ¿Pensaban que lo lograrían?, quiso saber Motos. Marta Díaz respondió afirmativamente y sin medias tintas. Pablo Castellano, por su parte, comentó que «entré queriendo ganar, a muerte». En el transcurso del programa su determinación se desinfló un poco, pero el equipo lo hizo sentirse tan arropado que al final lo ha conseguido.
La que tenía poca fe en sí misma era Chenoa. «Estaba muy focalizada en el presente, en cada prueba que me tocaba. Pero no tenía muy claro que llegara a la final, sobre todo porque no había ganado ninguna gala hasta la última», se sinceró la cantante. A Adrian Lastra, en cambio, todos lo veían como un rival muy fuerte, quizá el que más. «Es atleta, bailarín y artista», apuntó Motos, si bien el actor lo desmintió. «Eso es bastante mentira… Me lo curro mucho, y tampoco estoy tan fuerte. Aunque es verdad que desde la primera prueba dije ‘si hago ‘El Desafío’, tengo que llegar a la final’».
Acerca de si repetirían la experiencia, el marido de María Pombo se adelantó a sus compañeros respondiendo sin pensarlo que «mañana mismo». De hecho, reconoció que «el día que se terminó esto yo lloraba». «Bueno, sigo llorando».
A raíz de ese comentario, Castellano y Díaz empezaron a picarse sobre cuál de los dos debería ganar el premio al más llorón del elenco de ‘El Desafío’. Un divertido debate que acabó con una confesión por parte de la ‘influencer’: «Yo le tenía un poco de tirria buena». Parece que el empresario no era muy popular entre sus compañeros de primeras. A Lastra incluso le pareció un poco ameba. «Cuando lo conocí pensé, ‘a mí no me entra’. Al principio tiene tanta timidez, que cuesta. Pero tiene un corazón así de grande este pollo».
El propio Pablo Motos le dio la razón, afirmando que es «una de las personas más encantadoras del planeta».
Los finalistas recuerdan su paso por ‘El Desafío’
El creador de contenido destacó de su concurso el récord que consiguió en la apnea al obtener una marca de 3:55 minutos. «Salí muy en el límite, sin aire. Creo que le cogí oxígeno a todo el público que estaba ahí, porque estaba al borde de la muerte», admitió.
Adrián Lastra adelantó en ‘El Hormiguero’ que se lesionó ensayando el ‘pole dance’, la prueba que justamente realizará en la final. «Me desgarré el abdomen, me lo rompí cinco centímetros. Al principio pensaba que era un pequeño tirón, pero notaba que no podía respirar, ni toser… Me recomendaron un mes y medio de reposo. Pero decía ‘esto es imposible, tengo que hacer la prueba’». Y a base de mucha cabezonería y mucha radiofrecuencia, reconoció el actor, pudo hacer lo que se va a ver mañana.
En cuanto a la ‘influencer’, contó que le encantaría repetir la prueba en la que se convirtió en Rihanna y cantó y bailó subida en una plataforma. Fue el reto que más disfruto, pues «por un momento me sentí un poquito ella». La peor, sin embargo, fue la de disparar. «Fue horrible, criminal. Algo tuvo que pasar para que no pudiese completar esa prueba», justificó Díaz.
Por su parte, todos coinciden en que Chenoa ha subido el nivel artístico del programa con sus bailes. No obstante, la cantante ha tenido momentos de pasarlo muy mal, según explicó en ‘El Hormiguero’. «Tengo vértigo, y aparte, la claustrofobia me puede. Para mí, la peor prueba fue la del ‘segway’… El reto era por partida doble, todo me resultaba un handicap».
Y así y todo, considera que ha cosechado pequeños triunfos personales. «Creo que más que ganar, lo importante de ‘El Desafío’ es que nos hizo más fuerte a todos».
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