El ‘Diario de Patricia’ fue, entre 2001 y 2011, el programa de testimonios, formato conocido como ‘talk show’, por excelencia de la televisión en España.
Incluso ahora, más de una década después, se considera un espacio de culto del que nacieron memes eternos y coletillas perpetuas que se usan a diario en las redes sociales.
Del inolvidable «Pero usted quién es» al protagonista de nuestra historia de hoy. Si hablamos de «embarazo por una inyección», seguro que lo visualizas en tu cabeza.
Hablamos de Jordi Giménez, cantante catalán que acudió al programa, presentado entonces por Sandra Daviú aunque su mítica cara siempre fue la de Patricia Gaztañaga -de ahí el nombre-, cuando tenía 24 años.
«Embarazo por inyección»
El joven acudió para hablar de la relación que tenía con una chica que había conocido por internet, a la que había dejado «embarazada por una inyección», lo que provocó las risas de la presentadora y de todos los presentes.
Más de una década después, en declaraciones al programa APM de TV3, ha querido revelar el ‘secreto mejor guardado’ del ‘talk show’ más recordado.
La intrahistoria de su testimonio
Él había acudido con la esperanza de poder cantar y darse a conocer en el que era uno de los programas más populares, pero ya le advirtieron: «Esto no es un programa de cantantes».
Así que, la determinación que tomaron, cuenta Jordi, fue hacer un guion: «Nos inventamos esto de la embarazada por inyección. Por una parte, hice lo que yo quería, que era cantar. Y luego hice el montaje este de humorista», refiriéndose al mítico momento del embarazo por inyección.
Recordeu la història de l’embarassada per una injecció al «Diario de Patricia»? Hem trobat al xicot, i ens ha desvelat el gran secret ⚠️
La confessió del Jordi Giménez, a «La TV és Cultura» 📺 pic.twitter.com/ghmAlH5gLa
— ALGUNA PREGUNTA MÉS? (@APM) April 19, 2024
Lo único cierto de todo el show guionizado, cuenta, es que la presentadora no sabía exactamente por dónde le iba a salir cada invitado, así que el atace de risa de Daviú fue totalmente real.
En cuanto a las risas que genera este episodio en la vida de Jordi, él se lo toma bien: «Me da igual que la gente se ría. Se ríen de mi, pero yo estoy cobrando. Los que se ríen, no cobran», sentencia.
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