A Luisa (19) le encanta todo lo que tenga que ver con el amor. Por eso mismo le gustaría ser la protagonista de su propia comedia romántica. Su juventud no le impide tener muy claro lo que busca: una relación seria en la que tanto su pareja como ella puedan mejorar como personas y estén para el otro en las buenas y en las malas. Con el propósito de dejarse sorprender por Cupido, visitó ‘First Dates ‘ este viernes 23 de febrero. Noticia Relacionada UNA DE LAS GEMELAS DE FIRST DATES estandar No La cita a ciegas con final inesperado de Cristina: «Estás en territorio enemigo» María Robert Lleva casi ocho años viendo cómo otros solteros y solteras se enamoran en el restaurante y ahora ella también quiere encontrar a su media naranjaEn el restaurante de Cuatro , esta joven madrileña conoció a Gregor (20), un chico que después de varias ideas y venidas por fin se siente capacitado para estar en una relación estable. «Me apetece tener pareja porque experimentar la sensación de conocer profundamente a la otra persona y estar enamorado. Creo que lo ves todo mejor en la vida, de otro color. Es como un filtro», explicó durante su presentación el ‘dating show’. Físicamente se atrajeron y también comprobaron que compartían la misma forma de querer y de ser queridos. Aunque Gregor está totalmente centrado en sus estudios, considera que se encuentra en un momento para encontrar pareja. Y en ‘First Dates’, Luisa le ayudó a abrazar fuerte esa ilusión. De hecho, reconoció que la cita fue mejor de lo que se esperaba. La cita entre Luisa y Gregor se tuerce Ella también pareció disfrutar de cita. Aunque puede que hubiera salido huyendo del programa si hubiese sabido lo que le deparaba la noche. Al final de la velada, cuando la conexión entre los dos jóvenes era más que evidente, los condujeron al reservado… Y para horror de Luisa , empezó a sonar un merengue. «Esta es mi peor pesadilla», dijo espantada llevándose las manos a la cabeza. Gregor se llevó una sorpresa desagradable al conocer la decisión que tomó Luisa CuatroDe buena gana se hubiera encadenado al sofá, pero acabó accediendo a bailar con Gregor. Según explicó Luisa , su aversión a bailar se debe a que «me siento como una latina fracasada porque tenemos ese estereotipo de que sabemos bailar, y yo no se».Luisa pasó un mal rato en el reservado, y a Gregor le tocó durante la decisión final. Él expresó muy convencido su intención de tener una segunda cita con la chica. Sin embargo, ella le dio unas calabazas que no vio venir, bajo el pretexto de que estaba demasiado centrado en sí mismo y creía que una relación entre los dos no funcionaría.
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