Cuando el actor Ginés García Millán hace un balance sobre la situación de su profesión ahora mismo reconoce que lo hace mirando siempre en positivo. «Son tiempos irregulares, pero estamos en un proceso de transformación muy bueno, un ejemplo es la calidad de las series que hay ahora, con estructuras diferentes y muy valientes», asegura a ABC. Y para ello pone el ejemplo de ‘Una vida menos en Canarias’, la serie de Fran Carballal, Enrique Lojo y Curro Royo que llega este jueves a Antena 3 a las 22:45 tras su estreno en Atresplayer. A su lado está Natalia Verbeke, quien le acompaña en esta aventura.
Ambos interpretan a dos inspectores bien distintos. En el caso de García, un prestigioso inspector de homicidios de Madrid que se ve forzado a aceptar un traslado a las islas Canarias después de un terrible error en un caso. Allí se encuentra con Naira Oramas, una inspectora de la zona con la que tiene que trabajar, sin más remedio y pese a sus diferencias, en un conjunto de sucesos que ocurren en la isla.
«Él ve la vida en gris y yo a color», reconoce la actriz. Además literalmente. El castellano, frío y cerebral, padece acromatopsia, una disfunción visual que le hace ver la vida en tonos grises, sin color, una patología que ha amplificado su hermetismo. Son dos polos opuestos que terminan complementándose. «Lo que más le fascina de Naira es su capacidad intelectual y sus hipótesis, aunque él no las comparta muchas veces. Su inteligencia le atrae mucho», añade García. ¿Solo la inteligencia? Ambos aseguran que, de momento, sí, aunque Luis desea que Naira consiga llenar de color su vida marcada por el dolor, la pérdida y el reencuentro repentino con su hija, que trabaja también en la isla.
Es un Sherlock mesetario, veterano inspector de Homicidios, honesto y profesional. Viudo, hombre de oficina y poca acción. Urbanita, tecnológico, escéptico y soberbio. Detesta la playa, los turistas y el mundo vacacional. «La vida ya le ha dejado varias heridas de guerra. Perdió a su mujer, tiene un pasado complicado y es un hombre solitario», reconoce el actor. Lo último que hubiera elegido su personaje es ir a Canarias, pero la vida le da una segunda oportunidad.
Una comedia policiaca
En esta serie procedimental, los inspectores se enfrentan a casos variopintos. «Lo que más me gustó de la historia fue la forma en la que se resuelven los puzles. Es brillante», indica el actor. Lo mismo afirma Verbeke, aunque el reto de esta producción reside en los giros de guion: «El humor es divertido, pero también exige, y las vueltas de esta historia son muy impactantes».
Aunque a lo largo de los capítulos los protagonistas tratan de resolver muchos casos y con personajes nuevos en cada emisión, la serie está llena de humor. «Se lo van a pasar muy bien y van a intentar averiguar quién es el asesino», asegura García Millán. «Es perfecta para olvidar los problemas de cada día, para disfrutar, y para jugar a ser policías. Algo que me gusta mucho de la serie es que la gente nos va a ayudar a encontrar al asesino. Es muy divertida», añade su compañera.
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