La Sexta sigue obteniendo grandes resultados con su programa ‘Apatrullando‘, donde Jalis de la Serna y Zazza el italiano exploran las áreas más conflictivas de algunas de las ciudades más emblemáticas de España. En el episodio transmitido el pasado miércoles, el youtuber italiano centró su atención en los barrios más modestos de Ibiza, donde tuvo un conflicto con un vecino de la zona.
«En el centro de Ibiza se esconde uno de los barrios más antiguos, pero también el más problemático de toda la isla», relató Zazza al adentrarse en el barrio de Sa Penya. Según el popular creador de contenido, el contraste era evidente: «Entras a una calle y ya hay menos luces. Es impresionante que no haya nadie en comparación con las calles más abajo donde había mucha gente».
Acompañado por el concejal de urbanismo de la zona, Zazza continuó su recorrido por la zona, interactuando con los vecinos que se mostraron dispuestos a compartir su día a día ante las cámaras del programa. «Yo te voy a decir la dirección en la que podemos movernos, porque hay lugares en los que directamente no podemos entrar», confesó un vecino mientras guiaba al youtuber hacia un mirador. «Todo bien hasta ese muro y luego volvemos atrás», insistió momentos antes de escuchar unos gritos de otro vecino.
Una tensa aparición
«¿Qué pasa ahí?», exclamó un transeúnte mientras se dirigía agresivamente hacia Zazza. «Estamos haciendo un reportaje […] ¿Te has enfadado? ¿Has venido para pegarme?», preguntó el youtuber tratando de calmar la situación. Finalmente, el vecino también se unió a la grabación del programa y, al llegar al mirador, Zazza preguntó sobre la tensa aparición. «¿Por qué has venido de forma tan agresiva? ¿Por qué hay cinco metros donde no podemos grabar? No entiendo, no hay nada, solo cuatro ropas y un tendedero», cuestionó el italiano. «Porque aquí también hay alienígenas», respondieron algunos vecinos entre risas.
La razón del conflicto
Poco después, uno de los vecinos reveló la verdadera razón por la que no podían filmar en esa área. Según confesó, en un apartamento cercano completamente tapiado se encontraba un cultivo de drogas que podría generar ingresos de hasta 5.000 euros mensuales.
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