Es más que probable que si una persona en cualquier calle de España grita: «¿Como están ustedeeeeeees?», un coro de viandantes le contestaría: «¡Bieeeeeeen!»; o que si cantara: «¡Hola, Don Pepito!», más de uno respondiera: «¡Hola, Don José!». Y es que han pasado más de cuarenta años desde que ‘los payasos de la tele‘, como se les conocía, no se asoman a la pantalla de la televisión (donde reinaron durante cerca de una década), pero su legado -sus canciones, sus expresiones- se ha transmitido a través de las generaciones.
Gaby, Fofó, Miliki y Fofito, todos ellos miembros de la familia Aragón (los tres primeros eran hermanos), una de las más ilustres sagas del circo español, eran aquellos ‘payasos de la tele’, que van a resucitar de la mano de sus descendientes en ‘Había una vez, mi familia‘, un espectáculo escrito y dirigido por Esteve Ferrer y con dirección musical y producción de Emilio Aragón. El estreno será el jueves 23 en el Nuevo Teatro Alcalá, en Madrid, y sus protagonistas son también cuatro miembros de la familia: Mónica (hija de Fofito), Rodrigo, Gonzalo y Alonso (hijos de Gaby). Juanjo Llorens firma la iluminación, Rosa Solé el vestuario y Mercè Lucchetti la escenografía. Completan el reparto Oriolo, Gregor Acuña-Pohl, Susana Villegas, Eli Donnola, Carles Vallès, Mario Larce y Carla León, que interpretan a los Tonis.
«Es un homenaje que les debemos -dice Esteve Ferrer-, su legado ha traspasado generaciones. El otro día pasé por una guardería en Valencia y los niños estaban cantando ‘Susanita tiene un ratón…’ y ‘Hola, Don Pepito’`. Los payasos de la tele son historia de este país. Es también un homenaje a mi generación [los nacidos en los años sesenta y setenta del pasado siglo], pero este espectáculo lo van a disfrutar a varias generaciones; los más pequeños van a descubrir quiénes eran».
‘Había una vez, mi familia’ cuenta la historia de Eva, una abuela que va a celebrar su cumpleaños con sus nietos, pero un temporal impide que estos acudan y la fiesta se suspende. Eva, entonces, se lleva todas las cosas al desván y se encuentra allí con una caja con todos los recuerdos de su infancia; entre ellos un pequeño televisor que, al encenderse, muestra el programa de los payasos de la tele.
Así empieza el espectáculo, que Esteve Ferrer ha convertido también en un homenaje al mundo del clown -género por el que transitó durante varios años de la mano de Joan Montanyès, ‘Monti’, en el espectáculo ‘Klowns’-. El director define ‘Había una vez, mi familia’ como «una mezcla de humor, nostalgia, romanticismo, belleza, amor y agradecimiento. Queremos enseñar al público el poder de la imaginación». «Hay niños que no conocen las sombras chinescas, las marionetas, los clowns -completa Rodrigo Aragón-; cuando hay imaginación el cielo es el límite».
No es un espectáculo infantil, remarca Esteve Ferrer. «Queremos reunir a diferentes generaciones, es transversal. El clown hace reír a todos. La familia entera va a disfrutar, seguro, pero no hace falta venir con niños para hacerlo», sentencia.
La música juega una parte fundamental en el espectáculo -«fue Gabriel Aragón, ‘el gran Pepino’, quien la introdujo en los espectáculos de clowns», recuerda Ferrer- , y de ella se ha encargado Emilio Aragón. «No es un musical -aclara el director-, aunque hay una parte del espectáculo en la que se invita al público a cantar. La música es original, con guiños y arreglos de las canciones que todos conocemos, pero está pensada según las necesidades dramáticas: aromas cubanos en la escena del Tropicana, sonidos propios de Broadway cuando viajamos a Estados Unidos…»
Precisamente El gran Pepino fue el primer miembro de la saga Aragón. «Gabriel era seminarista en Granada -cuenta Esteve Ferrer- y un día, viendo un circo, se enamoró de una de sus acóbatas, llamada Virginia Foureaux; tanto, que dejó el seminario y se fue tras de ella. Pero Virginia le dijo que ella solo se casaría con un payaso y Gabriel se hizo payaso». La pareja tuvo quince hijos, la mayoría de los cuales siguieron la tradición; los más famosos fueron José María, Teodoro y Emilio, que triunfaron como payasos como Pompoff, Thedy y Emig,
La tercera generación reunió, por una parte, a Nabucodonosorcito y Zampabollos (hijos, respectivamente, de José María y de Teodoro), y a Gaby, Fofó y Miliki (hijos de Emilio). Estos comenzaron su carrera como Los hermanos Aragón en el Circo Price de Madrid en 1939 (también actuaba ocasionalmente con ellos su hermana Rocío, bailarina de flamenco).
En 1946 dieron el salto a América. Estuvieron en Cuba varios años y viajaron también por México, Argentina, Venezuela, Puerto Rico o Estados Unidos. «Hay una anécdota -cuenta Mónica Aragón- muy reveladora. Cuando viajaron de Puerto Rico a Chicago, la gente fue al aeropuerto a bloquear el despegue del avión para impedir que se fueran».
Argentina, adonde llegaron en 1970 y donde triunfaron en el Canal 13 de televisión, fue su última etapa americana -ya actuaba con ellos Fofito (hijo de Fofó). Allí les vio un directivo de TVE y les trajo a España. El 19 de julio de 1973 se emitió el primer programa de TVE ‘Los payasos’, que estaba previsto que durara solo unas semanas. Sin embargo, el éxito hizo que ‘los payasos de la tele’ siguieran en antena durante una década; concretamente hasta 1 de octubre de 1983. El programa se llamó ‘Las aventuras de Gaby, Fofó y Miliki’, ‘El circo de Gaby, Fofó y Miliki’, ‘El gran circo de TVE’ y ‘El loco mundo de los payasos’.
Durante estos años hubo que lamentar la muerte de Fofó (Alfonso Aragón Bermúdez) el 22 de junio de 1976 y se incorporaron a la formación, en distintos momentos, Milikito (Emilio Aragón Álvarez, hijo de Miliki) y Rody (Rodolfo Aragón Sac, hijo menor de Fofó y hermano de Fofito).
Content Source: www.abc.es
