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Lola Herrera: «El teatro es una forma de vida, y yo vivo con lo que tengo; es lo que más me aporta»


Si no fuera por la calidez de sus miradas, uno tendría la sensación de que se sienta frente al tribunal de una oposición, con la catedrática en el centro y dos profesoras de departamento a sus lados. Pero no son ellas las que hacen las preguntas, sino el periodista, y no hay nervios: se saben perfectamente los temas y, en cualquier caso, no hay ninguna intención docente en ellas. Lola Herrera , en el centro, con Lola Baldrich y Ana Labordeta en sus costados, cierran una mañana de promoción en el Teatro Reina Victoria. A su escenario vuelven con ‘ Adictos ‘, una obra de Daniel Dicenta Herrera y Juanma Gómez , dirigida por Magüi Mira , que se estrenó en agosto de 2022 y que ha viajado desde entonces por toda España (y seguirá hasta el comienzo del verano).«Estela Anderson, científica de prestigio internacional, descubre que el proyecto en el que lleva años trabajando va a ser utilizado en contra de la Humanidad -ha explicado la directora-. En una sociedad controlada por el poder, la honestidad paga un precio muy alto, si no eres adicto al Sistema ». La obra, completan sus autores, «surge de la necesidad de abordar una problemática que nos afecta a todos: ¿hasta qué punto estamos sometidos por la tecnología? ¿somos realmente libres? ¿qué tipo de sociedad hemos construido? ¿qué panorama nos plantea el futuro más cercano? ¿realmente nos merecemos el calificativo de ‘seres humanos’?»¿Pensaban las tres actrices que la obra tendría el recorrido que está teniendo? «Cuando se empieza un proyecto -es Lola Herrera quien contesta-, nunca sabe qué recorrido va a tener. Pero está siendo estupendo». Y sin cambios en el reparto, que tampoco es lo normal… «Nos hemos dado la mano y lo vamos a terminar las tres juntas». Durante una gira como la que siguen las tres en ‘Adictos’ hay mucho tiempo para reflexionar y charlar sobre la obra que se tiene entre manos, para arañar en su contenido, más todavía en esta función, en la que el texto es solo la punta del iceberg; a ello hay que sumar las reacciones e incluso los comentarios de los espectadores. «Generalmente, cuando estrenamos, los actores vamos muy justitos de tiempo -responde Ana Labordeta -. Y con el paso de las funciones vas encontrando cosas que durante los cuarenta días de ensayos no te ha dado tiempo a encontrar ni has pensado en ello. Todo se va ajustando, se va posando… Las miradas en el escenario son de verdad… Sin modificar el texto, se ensancha».«Para mí, imagínese cómo ha sido venir de llorar al muerto [se refiere a ‘Cinco horas con Mario’, el monólogo de Miguel Delibes] a encontrarme con estas dos mujeres tan vivas. Ha sido una cosa muy gratificante» Lola Herrera«Ahora nos conocemos bien… Nos hemos ido conociendo mejor tanto en escena como personalmente, y eso hace que nos entendamos con una mirada, incluso únicamente con la energía», dice Lola Baldrich , que añade que en esta función «es la vez que más he crecido, no ya como actriz, sino en empatía con lo que ocurre en el escenario; la vez en que más he sentido que el pastel iba creciendo».Lola Herrera habla de la conexión, del silencio y de la recepción «cálida» del público para definir la experiencia como «muy, muy positiva ». «Para mí, imagínese cómo ha sido venir de llorar al muerto [se refiere a ‘Cinco horas con Mario’, el monólogo de Miguel Delibes] a encontrarme con estas dos mujeres tan vivas. Ha sido una cosa muy gratificante».Uno de los dos autores de la obra es Daniel Dicenta Herrera, hijo de Lola Herrera . No ha sentido, dice la actriz -piedra angular del proyecto-, una responsabilidad mayor por este hecho. «Sí me preocupaba el trato que se les pudiera dar a él y a Juanma López, el otro autor. Pero no me he sentido de una manera especial porque mi hijo haya tenido que ver en este texto, sino que me gusta mucho hacerlo porque quería hacerlo y porque quería hablar de esto. Me he encontrado además con dos actrices que se lo han creído también y nos hemos acoplado las tres. Está siendo un paseo muy agradable y muy nutritivo. Cuando te encuentras con compañeros con las que te entiendes es una maravilla; encontrar sus ojos en el escenario… Yo me he encontrado tantas veces con gente ciega que agradezco muchísimo experiencias como ésta y tener al lado a dos compañeras como Lola y Ana».Con 85 años, Lola Herrera exhibe una energía envidiable. El teatro, reconoce, le sigue dando la vida. «Hay muchas cosas en la vida que arreglar, pero yo no puedo hacerlo. Y sí, el teatro me hace entrar en un mundo que me sirve muy mucho para complementar mi vida. Cuando te dedicas a esta profesión, como yo he hecho, haciendo teatro siempre, con viajes y giras, se convierte en una forma de vida. Pierdes amigos, familia… No los pierdes, pero no estás con ellos. Te distancias de ellos, o ellos te distancian de ti, porque no estás cuando tienes que estar. Ahora, llegada a esta edad, cuando he perdido tantas cosas por el camino , no voy a ponerme al día… El teatro es una forma de vida, y yo vivo con lo que tengo. Es lo que más me aporta en mi vida. Si me fuera a mi casa no me interesaría mucho esto ».«Nos llevamos muchísimas anécdotas de Lola, sobre el teatro de los años cincuenta y sesenta, de cómo vivían los actores entonces… Que no está recogido en ninguna parte» Lola BaldrichAna Labordeta y Lola Baldrich no han perdido una sola coma. La primera recuerda una frase que Lola Herrera suele repetir. « El teatro me ordena ». «Es una frase que me gusta mucho, me la he apropiado. Me parece una frase preciosa y muy clara».«Yo he aprendido a ser ordenada en todo a través del teatro -sigue Lola Herrera-. Porque los horarios del teatro… Ahora son otros, pero durante mucho tiempo vivíamos en el teatro. Ensayando una escena que no salía bien de la obra que estábamos haciendo, ensayando la próxima que se iba a hacer… Era una época en la que había dos funciones diarias, además. Y luego seguías con la misma gente porque nos veíamos mucho y salíamos a tomar la copa. Y luego, si era el caso -sonríe con pillería-, te ibas a bailar».Una función teatral es, para un actor, un viaje donde el destino es, quizás, lo menos importante. ¿Qué han ido metiendo Ana Labordeta y Lola Baldrich a lo largo de los meses en la maleta de esta función ? «La estoy llenando de cosas positivas, de cosas buenas -es Ana Labordeta la primera que contesta-. Fíjese, me emociono incluso… Me llevo la amista d ‘forever’ con la Baldrich y con la Herrera. Para mí, la amistad es de las cosas más importantes de este mundo. Y, aunque como dice Lola, el teatro nos separe y no nos podamos ver, yo sé que van a estar el día que las necesite. Eso es lo principal, pero también me llevo muchas risas, complicidades, confesiones, intimidades… Y me llevo algo que ya tenía, pero ha crecido: el respeto cada día más grande a subirme a un escenario».Lola Baldrich no puede disimular la risa cuando responde. «Yo me llevo literalmente… un vestuario . Heredado. Lola Herrera nos ha surtido de ropa, que la tengo como un tesoro. Ella, como sabéis, tenía una marca de ropa y es muy compradora. En cada ciudad tiene una especialidad: en Bilbao, medias -que yo me quedo con la copla-. Pero no solo ropa; las telas de Palencia, las lentejas de no sé dónde… Nos llevamos muchísimas anécdotas de Lola, sobre el teatro de los años cincuenta y sesenta, de cómo vivían los actores entonces… Que no está recogido en ninguna parte».«Me llevo la amistad ‘forever’ con la Baldrich y con la Herrera. Para mí, la amistad es de las cosas más importantes de este mundo. Y, aunque como dice Lola, el teatro nos separe y no nos podamos ver, yo sé que van a estar el día que las necesite» Ana Labordeta«Es que no hay nada escrito sobre el día a día del teatro de la época -interrumpe Ana Labordeta-. Hay estudios, pero no sobre el día a día». Y prosigue Lola Baldrich: «Y me llevo el ejemplo de una compañera de mi generación , cada una con su vida, y con la que no había tenido la oportunidad de encontrarme en escena. Y eso siempre es un espejo para aprender. Me llevo historias de superación, historias de vida. Me llevo un jirón de hacerme mayor, madura. Pero para bien, porque tener al lado a Lola Herrera supone una inyección de optimismo hacia el futuro. Y me llevo, sobre todo, esa pomada, ese bálsamo que es para mí el escenario y trabajar con un equipo de ocho personas con las que hemos viajado y hemos formado grupo. Como los cómicos de la legua; no he sentido tan profundamente esa sensación como en esta gira. Y me llevo risas, vinos, y mucho respeto: ‘Hoy quiero cenar pero mañana no’».«Sí, porque todo esto que le contamos ha sido dentro de una libertad absoluta de cada una de las tres -interviene Lola Herrera-. Cada una hace lo que le parece bien y lo que tiene ganas de hacer., por supuesto».Lola Baldrich toma la palabra para cerrar el encuentro y destacar algo que, dice, llevan las tres en el equipaje: « la búsqueda de la verdad , las ganas cada noche de partirnos el cobre porque la verdad nos atraviese. Para mí esa es la interpretación, por lo que me muevo desde que llegué de Toledo y tomé las primeras nociones con José Struch. Y aquí estoy con dos personas que respiran como yo».

Content Source: www.abc.es

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