«Ciento dos das han pasado desde que encendisemos por primera vez esta palapa. Bajo la atenta mirada de Poseidn, este gran templo de piedra, fuego y agua prenda sus antorchas para recibir a veinte nuevos valientes que se atrevan a formar parte de Supervivientes. Quince semanas de aventuras en las que el hambre, el cansancio, el agotamiento y la desidia se convertan en sus enemigos. Y se hacan presa de ellos. Sin imaginarse que iban a tener fuertes contrincantes. La valenta, la superacin, el coraje y la lucha les hacan sobreponerse, a pesar de todo, logrando convertirse en verdaderos ejemplos de la palabra sobrevivir. Esta noche apagamos la palapa para ellos. Una palapa que se apaga despus de haber hecho historia«.
Este era el discurso con el que este domingo Laura Madrueo cerraba la mtica palapa de Supervivientes 2024. Un discurso que Laura Madrueo comenz a formar en su cabeza y a escribir semanas antes de la semifinal de Supervivientes, pues la presentadora del reality en Honduras lo vive con tal intensidad que hay veces que las fuerzas flaquean, que la morria te invade, que la autoexigencia te arrastra. EL MUNDO ha podido hablar con ella sobre el duro trabajo que hay detrs y de cmo afronta el estar tantos meses fuera de casa y a tantos kilmetros de la realidad, pues como ella misma reconoce «hay momentos en los que necesitas estar solo y desconectar, pero es muy difcil».
Laura Madrueo, que este ao pasar fuera de casa ms de cuatro meses, pues hay que sumar la edicin que este mismo jueves comienza, Supervivientes: All Stars, asegura que lo peor lleva son los mosquitos: «Soy muy alrgica y encima no puedo tener marcas. Hay galas en las que te comen viva y ms a m, que estoy ms de cuatro horas en la arena y sin la posibilidad de taparme».
Aunque para Laura Madrueo el tema mosquitos y hormigas de fuego es una cruz, no es lo peor de Supervivientes: la necesidad de soledad, la autocrtica que hace constantemente de su trabajo, el escuchar y vivir las polmicas a miles de kilmetros y el ser la nica persona que tiene contacto fsico con los concursantes convierten Supervivientes en un trabajo agotador, aunque, reconoce, tambin «muy satisfactorio». Porque, pese a todo, para Laura Madrueo, este programa es el programa de su vida.
La magia de la televisin impide ver al espectador lo que supone un programa como Supervivientes para quien lo hace. No es solo el trabajo de Laura Madrueo, sino de las 200 personas que estn en Honduras durante tantos meses para que cada programa salga adelante. Si a eso le sumas la autoexigencia de la presentadora, el poder desconectar se convierte casi en una odisea. «Hay muchas veces que aunque ests rodeado de gente te sientes solo. Esto es un reto personal cada da», asegura la presentadora.
A lo que se refiere Laura Madrueo es el no poder estar cerca de tu familia, de tus amigos y el estar pendiente prcticamente las 24 horas das a lo que ocurre, incluso a lo que ocurrir, en Supervivientes. El da de esta entrevista Laura Madrueo acababa de llegar en barca de Cayo Cochinos. El da anterior hubo programa y no pudo volver a la villa en la que se aloja junto a buena parte del equipo. Tuvo que dormir en las cabaas habilitadas en Cayo Cochinos. Viene cansada, pero eufrica y nos confiesa que «es muy complicado dejar de pensar en algn momento en el reality«. Los nicos das que Laura Madrueo tiene libres en Honduras -no llega a las 36 horas entre programa y programa- aprovecha su amor por la naturaleza y el buceo para intentar desconectar. No lo consigue.
«Es muy difcil porque al final Supervivientes te absorbe mucho. Solo estamos dedicados al reality«
«Tengo la cabeza como una lavadora, pues con todo lo que ocurre en las galas no dejas de pensar en muchas cosas. Es muy difcil porque al final Supervivientes te absorbe mucho. Solo estamos dedicados al reality. Ten en cuenta que cuando trabajas en un programa en Madrid, en cuanto termina, te vas a tu casa y tienes maneras de desconectar quedando con tu familia, con tus amigos… Pero aqu es imposible porque, aunque somos una gran familia, al final todos estamos aqu para Supervivientes con lo que hablas constantemente del programa, de lo que ha pasado, de lo que va a pasar en el prximo programa…», relata la presentadora.
Laura Madrueo echa mano de la naturaleza y de la fundacin que protege los cayos. Siempre que puede, se echa al mar con ellos y ayuda en la conservacin de la segunda barrera de coral ms grande del mundo, despus de la Australia. «Yo tengo una conexin con la naturaleza tremenda y creo que sin ella no podra sobrellevar los cinco o seis meses que voy a pasar aqu. Tan lejos de todo y con un trabajo tan intenso, al final sin esta naturaleza no podra aguantarlo«, afirma. De hecho, cada tarde se acerca al mar y mira el atardecer. «Para m esto es una libertad que en Espaa no tengo. Aqu nadie me conoce y eso es una de las cosas buenas de Supervivientes«, explica.
Por mucho que le dices que la valoracin de los espectadores a su trabajo es magnfica, la mujer de El Tiempo de Telecinco no se lo termina de creer. Es esa autoexigencia de la que hablaba al principio: «Soy muy exigente conmigo misma. Al final Supervivientes es un programa muy vivo, pasan muchsimas cosas en directo, cosas que estaban planeadas y otras que no, y es inevitable que una persona como yo no haga autocrtica constante. Soy sper exigente con mi trabajo y me gusta ser muy perfeccionista«.
A ese perfeccionismo, adems, se le suma que ella es la nica persona del exterior con la que los concursantes tienen algn tipo de contacto fsico. Ella es a la que abrazan, a la que se dirigen, con la que lloran, a la que incluso suplican. Y es ella la que tambin tiene que hacer de tripas corazn porque sabe lo mal que lo pasan, lo que sufren, y que solo puede darles su apoyo y su cario con un abrazo y una mirada.
«El poder abrazarlos y estar ah con ellos es muy guay, pero cuando se rompen todos a la vez es muy complicado»
«Ellos estn cansados y se rompen a la mnima. El poder abrazarlos y estar ah con ellos es muy guay, pero cuando se rompen todos a la vez es muy complicado. Hay que encontrar el equilibrio entre darles el apoyo que necesitan, no romperte t y no pasarte«, asegura la presentadora.
Tampoco es fcil un trabajo en directo en el que las nicas indicaciones que tiene son las que le da ngel Ludea, el director de Supervivientes en Honduras, a travs del pinganillo. No tiene CUE, no tiene imgenes, no sabe lo que est pasando en el plat en Madrid y an as tiene que sacar adelante muchas horas de directo y ms este ao donde la nueva productora de Supervivientes, Cuarzo, ha querido dar todo el protagonismo a lo que ocurre en Honduras y quitar parte de contenido al plat. «Aqu ests totalmente a ciegas y tienes que estar con todos los sentidos al cien por cien. De hecho, hay veces que leemos ms los labios que escuchamos«, reconoce entre risas.
Para Laura Madrueo todos son ganadores, tanto que cuando la preguntas si ella estara dispuesta a concursar reconoce contundente que ahora mismo no, «aunque uno nunca sabe lo que le deparar el futuro». De lo que no duda es de que Supervivientes es «una experiencia vital», en realidad, dice, «son muchas». «Lo que ms me gusta de este formato es que me permite ser yo al cien por cien. Es lo que ms disfruto», sentencia.
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