Hugo Silva revela el lado ms siniestro de Marbella: «Te hace querer jugar a los mafiosos»

«Hay una Marbella buena y otra mala. Y las dos viven en simbiosis». Primero est la Marbella donde el glamur y el lujo de sus huspedes extranjeros se entremezclan con las tradiciones costeras. Esa ciudad en la que los Rolls-Royce, las cadenas de oro, las rioneras de Gucci y los relojes caros tienen como teln de fondo palmeras, chiringuitos y barcos de pesca. Pero este mismo retrato de un mundo de ostentacin es tambin el de la capital mundial de la mafia. La Marbella que representa «la ONU del crimen organizado», donde conviven 120 bandas internacionales de unas 60 nacionalidades operando en silencio, al margen de sus vecinos civiles.

No existe ni ha existido nunca un lugar parecido en el resto del mundo. Ni la Colombia de Pablo Escobar, ni el Mxico acaudillado por el Crtel Jalisco Nueva Generacin ni las Palermo o Npoles acaparadas por la mafia y la camorra se le acercan. Marbella es, en palabras del abogado Ricardo lvarez Ossorio, «un jardn del Edn donde hay 100 manzanas, pero tambin 200 serpientes». A este peculiar ecosistema nos lleva de la mano Hugo Silva en la nueva serie de Movistar Plus+, Marbella, que se estrena este jueves.

Basado en un reportaje que Nacho Carretero y Arturo Lezcano firmaron hace tres aos en El Pas, este thriller de seis captulos producido por Buenda Estudios Canarias se sumerge en una intrincada red de bandas criminales que operan en la Costa del Sol. Un entramado complejo en el que confluyen mltiples nacionalidades -ingleses, albaneses, serbios, italianos y holandeses-, delitos de robo y violencia, capos de la vieja escuela y otros ms jvenes que llegan a la zona para imponerse al orden establecido. Y el personaje que une a todas las abejas de la colmena es Csar Beltrn, un abogado escurridizo, hedonista y sin escrpulos especializado en defender a narcos al que da vida Hugo Silva.

«Yo realmente de lo que vivo es la pereza de los jueces y el crimen desorganizado», dice, orgulloso, en el primer episodio. No es por llamarle vago. Por supuesto que no. Pero Csar est dispuesto a defender a quien sea, retorciendo la ley y saltndose cualquier cdigo tico en el proceso, para convertirse en el jurista ms cotizado del municipio malagueo. Sabe que para mantener el tipo tiene que ser el mejor en los tribunales y el hombre al que todos conocen en las alocadas fiestas marbelles donde los mafiosos hacen sus negocios tras cortinas de terciopelo y entre esnifadas de cocana, a las que siempre acude acompaado de su mujer Katy, interpretada por Ana Isabelle.

Para l, Marbella es una jungla y tiene bien claro que quiere vivir con las fieras, pero tambin sabe que para sobrevivir jams debe cruzar la lnea de la ilegalidad. Eso, hasta que la vida le pone en su camino a Yassim (Khalid El Paisano, en su debut actoral), el lder de la Mocro Maffia, metindole de lleno en una operacin de narcotrfico que jams habra imaginado, todo ello mientras colabora con la inspectora Marta (Elvira Mnguez), que dirige la Operacin Tulipn, cuyo principal objetivo es detener a sus clientes.

Es Csar un abogado que se cree capo, o un capo que se cree abogado? «Es un abogado, pero es tan ambicioso que corre el riesgo de entrar en el negocio. O eso parece en los primeros captulos», explica Hugo Silva. «Pero llegar un momento en el que estar tan al lmite le traer problemas«, aade, sin querer desvelar ningn spoiler.

En Marbella no hay lmites para los que tienen verdadera ambicin. El propio Csar lo reconoce: «Hay algo muy noble y necesario en lo que hacemos». Ms tarde, sin embargo, se retractar de sus palabras y asegurar que «no es nada moral» el trabajo que hace. Pero eso ser cuando se encuentre con el agua al cuello.

Le cost meterse en la piel de un personaje de tan dudosa moralidad?

Para nada. Me encanta cuando me toca un personaje que no tiene absolutamente nada que ver conmigo, ni la moral ni la forma de comportarse. Si yo viviera como Csar ira de crisis de ansiedad en crisis de ansiedad. Actuar, para m, es un acto de libertad donde est permitido todo. Si tengo un problema moral sera ms bien con el proyecto o con cmo se cuenta la historia, desde qu punto de vista. Pero un personaje como Csar, que sea frvolo, que tenga contradicciones y esta moral tan rara, a m me encanta. Es sper divertido.

Su personaje rompe la cuarta pared en muchas ocasiones, hablando directamente a cmara. Fue un mero recurso audiovisual o era necesario para que el espectador entendiera mejor el contexto de la trama?

Es un recurso muy atrevido pero muy divertido, porque te hace partcipe como pblico y te invita a entrar en este mundo y adems en una convencin en la que tu moral tampoco va a juzgar lo que est pasando. Te hace querer jugar a los mafiosos. Forma parte del estilo de la serie.

Los referentes son claros. El lobo de Wall Street, Casino y Goodfellas. Gamberrismo al ms puro estilo Scorsese. «Eso es lo que ms me gust del proyecto: la narrativa», confiesa Silva, que tambin revela que le haca mucha ilusin trabajar con Dani de la Torre, que vuelve a formar pareja creativa con Alberto Marini tras La Unidad. «Es curioso, porque vi un guion que tampoco tena mucho que ver con lo que l haba hecho antes. De repente, Dani quera hacer esto muy Scorsese y con un personaje que te guiaba por este ecosistema tan frvolo y me llam mucho la atencin», prosigue.

Para preparar su personaje, Silva hizo un exhaustivo trabajo de campo en Marbella -un escenario que califica de «perfecto» para la serie- donde descubri que no hay inseguridad en el da a da pese al constante goteo de violencia que se registra la ciudad: «En realidad, las bandas no operan all. En la ciudad lo que hacen es gastar dinero, invertir mucha pasta y vivir a todo lujo, disfrutando de lo que hacen en otros lugares». No hay guerras en plena calle. Las discusiones, explica el actor, se dirimen en petit comit.

Conoci a algn mafioso en Marbella?

Conocerlos de hablar, no, pero de verlos en su salsa, s. Tambin conoc a un referente para mi personaje. Fue maravilloso porque me llev de la mano, me ense Marbella como Csar hace con el espectador. Incluso le vi trabajando en los juzgados. Me cont muchas ancdotas de sus clientes.

Y no les pusieron ninguna traba?

Los mafiosos? Ninguna. A los jefes de las bandas les gusta hacerse notar, aparentar, demostrar todo el podero que tienen. Que se cuenten sus historias y que se formen leyendas les encanta.

Este popurr de capos de distintos acentos e idiomas completa el reparto junto a la italiana Aurora Moroni, que encarna a la subinspectora holandesa infiltrada como novia de Yassim, el britnico John (Michael John Treanor), el secretario general del crimen marbell, el calabrs Claudio (Daniele Fileti) y el jefe de los clanes serbios, Mirko (Oleg Kricunova). Un elenco muy internacional que, segn Silva, «daba mucho color y mucha verdad al proyecto».

«Realmente el escenario es ese. Vas a Marbella y hay gente de todas las nacionalidades, y no slo entre los grupos mafiosos. Te sientas en una terraza y escuchas idiomas distintos, acentos distintos. Es como una especie de puerto franco a la antigua usanza», afirma Silva.

Por eso, al final, Marbella para Csar es como una especie de Disneylandia con ricos y tontos: «Incluso en el momento en que pone una bandera roja le est haciendo un favor a alguien para que le deban un favor. No da puntada sin hilo y sta es su manera de darse importancia y sobrevivir en esta jungla».

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